A estas alturas del año, no se habla de otra cosa que no sea la vuelta al cole o a la ludoteca, la adaptación al jardín de infancia , el dinero que las familias invertirán para que los más pequeños empiecen sus primeros escarceos educativos en las guarderías.
A la mayoría de las madres primerizas les asaltan miles de dudas una vez que se ven en su casa con su pequeño en brazos. Ya no estás embarazada, ni estás en el hospital con la ayuda de la matrona y las enfermeras. Hace unos años nadie se podía imaginar que una vez que llegas a casa con tu retoño pueden ponerte en contacto con tu matrona de forma inmediata para que te resuelva esas dudas.
A pesar de que tener un niño es lo más natural del mundo, cada vez son más las parejas que para llegar hasta ahí, tienen que recorrer una carrera de obstáculos que, a menudo, parece eternizarse. Tristeza, frustración, duda, culpa, miedo... son algunos de los sentimientos que se apoderan de las parejas que tienen que enfrentarse a esto duros momentos.
La crueldad de este invierno y la actual situación económica está llevando a numerosas organizaciones no gubernamentales a elevan el tono de peticiones de ayuda para los sectores más desprotegidos. Caritas Interparroquial de Murcia ha hecho un llamamiento urgente para pedir la donación de ropa de abrigo para bebés o niños en edad escolar.
Bueno, de la matrona o del matrón, que cada vez hay más hombres que nos ayudan a dar a luz. El papel de ambos tanto en el preparto, como en el parto y postparto es fundamental para que nos sintamos seguras ante la maternidad. En mi caso, el seguimiento del embarazo lo estoy haciendo mediante una matrona que cada cuatro semanas me controla la tensión, el peso, escucha la placenta y los latidos del corazón de mi chiquitajo.
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