Recientemente han multado al laboratorio Glaxo por los ensayos irregulares que tuvieron lugar en Argentina. El Juez Marcelo Aguinsky sancionó a la empresa y a dos médicos por falsificar los permisos de diferentes pares para que sus padres participen de pruebas con una vacuna. Es un tema muy grave y más si se tiene en cuenta que lamentablemente 14 bebés murieron después de participar de estas pruebas.
Una vez más una película que recoge los horrores que la naturaleza humana es capaz de hacer a niños es premiada en los festivales. Quiero pensar que esos premios significan un repudio para lo que se hizo en esos menores y una lección a aprender para no volver a repetir la triste historia. De lo que estoy segura es que son historias que deben ser tratadas desde el respeto, y esta parece que es así.
Uno de los personajes de cuento que más suele gustar a los niños es el de la bruja. Más allá de causarles temor o de incitarles a la práctica de la maldad, las brujas son los elementos necesarios en toda historia para que la bondad y la belleza resalten sobre el resto de valores que el autor pretende enseñar. Lejos de ser personas entrañables e incluso simpáticas, resultan aparecer como la auténtica antítesis de las virtudes humanas. De todos modos, más allá de la intención inicial del escritor, las hay que inspiran una cierta ternura, como si el hecho de ser tan crueles sólo fuera un resfriado pasajero que mejorará en la última página.
Después de casi cuatro meses del fatídico terremoto que terminó de hundir a Haití en la miseria más grande del mundo, el país parece que empieza a rehacerse de sus cenizas. Los niños han empezado de nuevo sus clases en improvisados colegios y comienzan a rehacer sus vidas. No obstante, aún queda mucho por hacer para que su población vuelva a tener lo poco con lo que vivía.