El verano es el momento ideal para que los peques disfruten del aire libre. Uno de los destinos favoritos durante esta época es la playa. Ese lugar que para los niños resulta especialmente atractivo ya que les ofrece un montón de posibilidades para pasarlo bien. Además de mantenerlos bien seguros y protegidos, es necesario que les ofrezcamos diversión suficiente para que el tiempo se les haga más agradable.
Disfrutar de los fines de semana con los niños siempre es una alegría, el problema es cuando en invierno nos toca quedarnos muchas veces en casa debido al mal tiempo, especialmente si la lluvia se ha instalado en nuestro paisaje casi, de forma permanente. Es por ello que tendremos que buscar mil y una actividad para mantenerlos atentos, divertidos y llenos de entusiasmo.
Las manualidades en verano pueden resultar de gran provecho para mantener a los niños entretenidos durante un rato. Sigo en busca de manualidades que puedan servir para tener un recuerdo muy personal de los lugares vacacionales. En esta ocasión vamos a explicaros la manera de decorar un marco de fotos con arena de playa y conchas o caracolas.
A casi todos los niños les gusta recoger conchas, piedrecitas y arena de la playa, y luego no sabemos que hacer con ellos. Podemos convertir esos tesoros en un recuerdo de vacaciones y de paso disfrutar de un par de tardes entretenidas con los peques. Os proponemos dos sencillas y duraderas manualidades que podeís hacer durante el verano o al volver a casa. En ambos casos hace falta recoger arena y algunas conchas y piedrecitas de la playa.
Estamos en verano, época de vacaciones, sol y playa. El periodo estival en el que los niños pasan mucho tiempo en playas y piscinas, es adecuado para enseñarle algunas cosas propias del verano. Que sepan lo que es el mar, la arena, las pelotas de la playa, los castillos de arena, las estrellas de mar, los peces de colores, los delfines y… los tiburones.
Ahora que se acercan las vacaciones lo más probable es que elijas ir a la playa a disfrutar unos días en familia y del sol. Y como es obvio, la playa es el lugar en el mundo donde más arena encontraremos.
Ya hemos dicho en diferentes ocasiones lo importante que resulta que los niños estén protegidos de los rayos del sol. Y cuanto más pequeños sean, más aún. Los expertos consideran que la piel de los bebés es hasta un 30 por ciento más fina que la de los adultos. Además, contiene menos melanina, que es la defensa natural de la piel contra los rayos UV.