Si ya os hemos comentado como el frío, el calor o los ruidos, por ejemplo, pueden ser factores que alteren el feliz descanso de nuestro bebé, ahora vamos a continuar con otros que también pueden resultar relevantes y determinantes para el sueño de los niños.
La principal actividad de nuestro bebé, nada más nacer, es dormir. Durante los primeros meses la mayoría del tiempo lo pasa durmiendo por eso, a no ser que existan cualquier otro tipo de problemas de salud, pocas cosas van a interrumpir sus largos periodos de descanso. Sólo la falta de comodidad hará que nuestro pequeño tenga problemas para conciliar el sueño. Son muchos los factores que pueden provocar este malestar, aquí os mostramos algunos.