Según los últimos datos aportados por la Fundación Española del Corazón, un 31% de los niños tiene sobrepeso y entre un 20 y un 27% superan la tasa máxima de colesterol. Datos preocupantes ya que, un niño que sufre de colesterol, es un adulto con problemas cardiovasculares. Por eso es necesario corregir sus hábitos alimentarios cuanto antes.
En un artículo anterior os contábamos aquellos cinco alimentos que no pueden faltar en la dieta de una embarazada. Ahora le toca el turno a los opuestos, es decir, a aquellos que deberías evitar a toda costa si estás pensando en tener un bebé o si ya lo estás esperando. Al igual que los anteriores, estas recomendaciones están extraídas de las hechas por la Asociación Estadounidense de Dietética.
A partir del momento en el que te quedas embarazada, es preciso que empieces a cuidar, aún más si cabe (para aquellas que ya lo hagan) tu alimentación . No sólo porque tienes que tener en cuenta tu propia salud, que es muy importante, sino porque de tu alimentación va a depender en gran medida el correcto y sano crecimiento del feto.
Continuando con el tema de los alimentos comerciales para bebés, cabe aclarar que una vez destapado un frasco, lo más conveniente es servir en el plato del niño una pequeña cantidad, con una cuchara limpia las veces que sea necesario; no es recomendable darle directamente del recipiente original, ya que posiblemente no lo comerá en su totalidad y al entrar en contacto con la saliva, creará bacterias si se guarda un poco.
En el mercado existe una gran variedad de alimentos especiales para bebés, compotas y papillas de uno o varios ingredientes, frutas y vegetales; algunos de estos productos no son muy saludables para los niños, razón por la cuál siempre es más recomendable preparar en casa los purés y compotas para los bebés, pero en ocasiones no es posible y es necesario recurrir a este tipo de productos.
Una buena presentación de nuestros platos suele tener ganado, de antemano, un buen porcentaje de éxito en el menú. Pero si, además, lo que queremos es que nuestros pequeños se diviertan, se alimenten bien y se lo coman todo, no tenemos más que presentarles a personajes e imágenes que conozcan y relacionen con su mundo de fantasía y diversión.
A veces los padres tienen apuro porque su hijo coma otros alimentos, pero es un error, ya que puede aumentar el riesgo de alergias y rechazos. Hay que seguir las indicaciones del pediatra y actuar con paciencia y sentido común, introducir las novedades de a una, observando si el bebé las tolera bien y no forzarlo a comer.
Todos fuimos niños y sabemos que no es lo mismo jugar que ver cómo juegan los demás. Por esta razón para que los chicos se interesen por la gastronomía hay que dejar que participen. Allí tocarán diferentes texturas, experimentarán sabores diferentes, verán cómo cambian de color los alimentos al cocinarlos y aprenderán qué ingredientes hacen los platos dulces o salados.