Diariamente mueren en el mundo alrededor de 1.600 niños, menores de cinco años, a causa de la infección por rotavirus; la mayor parte de estos pequeños, son habitantes de los continentes africano y asiático, razón por la cuál los expertos buscaban probar el fármaco “Rotarix”, en un escenario adverso.
De sobra es conocido el alarmante aumento y expansión incontrolada del VHI/sida, entre la población africana. A fin de intentar frenar esta enfermedad mortal, el Ministerio de Sanidad de Ruanda ha determinado, tras un laborioso estudio, que la solución pudiera estar en circuncidar a los recién nacidos a fin de reducir, de forma drástica, la transmisión del virus de mujeres a hombres.
A estas alturas del año, no se habla de otra cosa que no sea la vuelta al cole o a la ludoteca, la adaptación al jardín de infancia , el dinero que las familias invertirán para que los más pequeños empiecen sus primeros escarceos educativos en las guarderías.