La Unión Europea quiere que los medicamentos pediátricos se prueben en niños
Los medicamentos tienen que superar un gran número de pruebas y ensayos antes de poder distribuirse. Adultos voluntarios toman las drogas para comprobar si existen efectos secundarios, ver el nivel de seguridad y la dosis necesaria. En los niños esto no es posible, ningún médico y por supuesto ningún padre dejaría que su hijo sano sirviera como conejillo de indias. Por eso los medicamentos pediátricos se suelen probar en adultos y posteriormente se ajustan las dosis según el peso. Por tanto muchas de las medicinas que empleamos en los pequeños no han sido probadas en esa población.