La alimentación infantil es fundamental para que nuestros niños crezcan sanos y llenos de energía. A lo largo de sus primeros años es necesario que los alimentemos adecuadamente para, de este modo, construirle un sólido futuro. Pero a los niños no les basta con alimentarse bien, también quieren que sus platos sean divertidos. Una buena presentación puede resultar fundamental para que los tomen sin rechistar.
Darle de comer a nuestros pequeños platos completos y equilibrados es una de las máximas preocupaciones de las madres cuando sus hijos empiezan a adentrarse en el mundo gastronómico. A veces rechazan alimentos por su textura, otras veces por su sabor y, en ocasiones, es la apariencia la que les echa para atrás. De ahí que haya que echarle mucha imaginación, en especial cuando empiezan a comer sólidos para que aprendan a comer de todo.
Conseguir que los niños coman de todo puede ser cuestión de imaginación y de pasar un poquito más de tiempo en la cocina. De esto último no andamos sobrados pero la receta que os proponemos hoy no es muy laboriosa y el efecto visual es impactante. Con un sólo plato comerán hidratos de carbono y verdura, y además lo harán encantados.
Como siempre, es buscando por la red donde nos encontramos ideas estupendas con las que compartir tardes divertidas con los niños, enseñarles a valorar los alimentos, así como el trabajo en la cocina y, al mismo tiempo, alimentarles de forma equilibrada, dándoles un toque de colorido y alegría en platos especialmente diseñados para ellos.
Ya hemos hablado en multitud de ocasiones anteriores, lo importante que es cuidar la estética de nuestros platos para los niños, sobre todo cuando no son muy buenos comedores y tenemos que sacar toda nuestra imaginación para que ocultarle, del mejor modo posible, aquellos alimentos que son necesarios para su desarrollo.
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