Supersticiones para saber el sexo del bebé

Supersticiones para saber el sexo del bebé

Escrito por: Sacra    20 febrero 2014    2 minutos

Cuando tenemos conocimiento de nuestro embarazo la siguiente duda que nos asalta es si será niño o niña. En la actualidad es bastante sencillo averiguarlo, relativamente pronto, a través de una ecografía o un análisis de sangre. Pero si nos remontamos a hace algunos años, tampoco hay que pensar que tantos, las mujeres mantenían la duda, casi, hasta el momento del nacimiento.

Pero como en todos los acontecimientos importantes de la vida, la sabiduría popular siempre aportaba su granito de arena para intentar desvelar los misterios de la naturaleza. Que fueran acertados o no ya es cuestión de aquel que los creyera, al fin y al cabo estaban a un 50 por ciento de acertar. Y es que son tantas las supersticiones que giran en torno a los embarazos que no podemos dejar de hacernos eco, aunque solo sea por mera curiosidad.

  • Según la forma de la barriga de la embarazada se podía adivinar el sexo del bebé. Si la tenía redondeada y ancha es un niño. En cambio si la tenía puntiaguda era una niña.
  • El lado en el que se coloca el bebé también era decisivo. Si lo hacía hacia el lado izquierdo, niña. Para el lado derecho, niño.
  • El hueso del esternón del pollo tenía también su cualidad mágica. Debían cogerlo entre la embarazada y otra persona, tirar de él y si la gestante se quedaba con el hueso más grande era una niña, en cambio si era el hueso más pequeño sería un niño.
  • Las monedas son, al parecer, buenas para desvelar secretos. Se desliza una moneda desde el escote de la madre, por dentro del vestido, hasta que caiga al suelo pasando por la barriga. Al caer si sale cara es niño y si sale cruz niña.
  • El péndulo con un anillo atado a un lazo y se coloca sobre la barriga de la embarazada. Si el péndulo se mueve haciendo círculos es niña, pero si lo hace de un lado a otro es niño.
  • Otras supersticiones son que si tienes los píes fríos viene un niño. Si tienes muchas náuseas lo que viene es una niña, del mismo modo que si te apetece mucho el dulce vendrá una nena, cosa que si estás más antojada de salado o agrio lo que viene es un varón.

Vía | Magia interior
Foto | Blog de la mente