Supersticiones para lograr el embarazo
Ya hemos visto como las tradiciones populares están muy arraigadas, todavía, en esta sociedad en la que la ciencia y la tecnología han impuesto muchas soluciones que giran en torno a nuestra salud y nuestro crecimiento humano. Hemos pasado, tan solo en unos años, de encontrarnos con mujeres que se rendían ante la evidencia de la infertilidad, ya que no se les daba ninguna solución, a tratamientos eficaces que consiguen que el sueño de la maternidad se produzca.
Sin embargo todavía se conservan ciertas prácticas que nos llegan desde lo más remoto de nuestra historia, que se siguen realizando con el fin de «ayudar» a que la naturaleza se abra paso en nuestro vientre. Gestos curiosos o acciones milenarias que, aunque dudemos de su eficacia, al menos saciara nuestra curiosidad.
- En algunas zonas de nuestro planeta se aconseja, a todas aquellas mujeres que quieran quedarse embarazadas, que vistan una prenda de ropa de alguna que haya sido madre recientemente. De esta forma, el contacto del tejido, piel con piel, ayudará a que se produzca el «milagro».
- Otra tradición, muy arraigada en nuestro país es besar las cuerdas de las campanas, y si mientras lo hacemos nos acordamos y le rezamos a Santa Ana, entonces mucho mejor. Esa rogativa es muy sencilla, sólo hay que decir: «Treinta años estuviste que hijos no tuviste y, sin embargo, de María fuiste madre».
- Otra de gran arraigo está relacionada con el poder sobrenatural que ofrecen las piedras, de este modo aquellas mujeres que tenían dificultad para quedarse embarazadas frotaban su vientre con algunas de estas piedras que eran consideradas mágicas en una especie de ritual que estaba cargado de componente eróticos. Al parecer estas prácticas han sido muy habituales a lo largo de los siglos en todas las partes del mundo.
Seguro que tú conoces alguna más. En la mayoría de pequeños pueblos o núcleos rurales, todavía quedan algunas tradiciones dignas de conocer que, más allá de su efectividad, nos ayudan a entender esa subcultura llena de supersticiones y gestos mágicos.
Vía | Magia interior
Foto | Plenilunia