Soy Padre: Gritos que alegran
Durante los últimos días, a nuestro niño se le está escuchando más que a nadie. La principal razón son sus gritos. Siempre ha sido muy alegre, pero nos está demostrando que puede gritar como el que más. No importa que no se le entienda y hable en su idioma. Él grita igual. Y a nosotros nos alegra los días, por supuesto.
Escuchar gritos por parte de vuestro bebé es algo que no debería asustaros. Yo mismo me he visto sorprendido en alguna ocasión, aunque ya sé diferenciar entre gritos y lloros. Antes de hablar, el niño balbuceará, gritará y pronunciará letras inconexas sin ningún significado. Repito que es algo normal que no os debería coger de improviso. Poco a poco irá pronunciando sus primeras palabras, un hecho que dará aún más alegría.
A nosotros los gritos nos hacen felices porque sabemos que está practicando para aprender a hablar. Le damos cierta libertad e incluso le ayudamos a mover la boca para que intente pronunciar las palabras más fáciles: mamá y papá. Ya sabéis que esta época suele durar hasta los doce meses, tiempo suficiente para que empiece a comunicar sus necesidades con la boca. Hasta entonces, todo se hará por gestos, lloros y gritos.
Las emociones que nosotros sentimos son variadas, aunque confluyen en la alegría. Le intentamos enseñar a hablar, le guiamos incluso con los gritos, y hacemos todo lo posible para que vaya progresando. Ya casi gatea, y el camino para las palabras también va viento en popa. No me sentiré extrañado si algún día me llama papá.
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