Soy lesbiana y quiero ser madre ¿qué debo hacer?
A lo largo de los últimos tiempos, el concepto de familia ha ido variando y adaptándose a la nueva sociedad, dando oportunidad a cualquier ser humano que deseé disfrutar de la paternidad o maternidad, más allá de su condición sexual. Desde el año 2005, la legislación española permite contraer matrimonio a parejas del mismo sexo, respetando todos los derechos de los que se beneficia cualquier otro tipo de pareja.
Ya vimos en un post anterior como las parejas conformadas por dos hombres, también pueden cumplir sus deseos de ser padres, aunque suele ser más complicado que si se trata de dos mujeres. Pero ¿de qué modo lo pueden hacer las mujeres para conseguir ser madres siendo lesbianas?
La primera decisión: ¿queremos el embarazo?
La mujer, sea cual sea su orientación sexual, tiene en sí misma una ventaja ante la maternidad: en ella se encuentra la «fabrica» para gestar al bebé. Así que el primer paso será decidir si la mujer quiere conseguir la maternidad a través del embarazo o de la adopción, que también puede ser otra opción válida y legal.
Si se trata de una pareja, ambas pueden ser la receptora de la gestación, así que lo primero será decidir cual de ellas será la embarazada. Si ambas están de acuerdo lo mejor será elegir la que sea más joven, se encuentre en mejor forma física o tenga unas condiciones más adecuadas para llevar a cabo los nueve meses de la gestación.
Embarazo tradicional o in-vitro
¿Cómo quedar embarazada? Se puede hacer por el método tradicional. Si tenemos algún amigo que se preste a ello, puede ser una buena idea, además de económica y sencilla. Pero es lógico que ese vínculo afectivo sea un impedimento para el posterior crecimiento del niño, no resultando fácil ubicar los sentimientos. Así que lo mejor será acudir a la fecundación in-vitro.
En la actualidad los métodos de fecundación han avanzado de tal modo que tienen un acierto altísimo. Además nos ofrece la posibilidad de recibir los espermatozoides de un donante anónimo, sano y que no va a intervenir en la crianza de nuestro hijo. Además también nos ofrece otras técnicas en el caso de que ambas mujeres quieran aportar su «granito de arena» en la concepción, pudiendo aportar una los óvulos que serán implantados en el útero de la otra.
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Adopción, un largo proceso
En el caso de no ponernos de acuerdo en el embarazo o no desear que sea así, también podemos optar por la adopción. Aunque en nuestro país no existe impedimento para que una pareja homosexual adopte a un niño, el proceso es tan largo, y a menudo complicado, que puede acabar en el desánimo de la pareja.
El primer paso, como cualquier otra pareja, es acudir al organismo competente del ayuntamiento y pedir toda la información necesaria para iniciar los trámites. Una vez rellenados y entregados todos los papeles necesarios, se abrirá un expediente que será revisado concienzudamente, dándolo como bueno o no, dependiendo de la información entregada.
Vía | Bekia padres
Fotos | Fiv Madrid y Reproducción asistida
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