Los Smartphone perjudican la visión de los niños
El mundo de la tecnología ha logrado acaparar, casi por completo, el mundo de la diversión para los niños. Raro es el pequeño que no tiene su videojuego, smartphone o tablet con la que jugar de un modo diferente a lo que lo han hecho sus padres o abuelos. Las pantallas se han convertido en el objetivo principal del ocio infantil. Pero, ¿es tan inocuo como parece?
Dejando a un lado los malos hábitos, en cuanto a sedentarismo o la actitud anti social que puede crear encerrarse, únicamente, en un mundo virtual, nos acabamos de encontrar con un serio perjuicio en la visión de nuestros hijos. Al menos así lo afirma un estudio realizado por científicos coreanos y publicado en la revista «BMC Ophthalmology».
Mayores problemas a mayor cantidad de horas usando el smartphone
Para llegar a estas conclusiones, los científicos observaron y evaluaron la visión de 916 niños coreanos con edades comprendidas entre los 7 y 12 años. Todos usaban smartphones o teléfonos inteligentes, a lo largo del día. La única diferencia era la cantidad de horas que cada uno lo empleaba, ya que, a tenor de los resultados, iba a ser fundamental para comprender las distintas diferencias entre unos y otros.
Antes de ser evaluados por los científicos, se sometieron a una profunda revisión por parte de un equipo de oftalmólogos. El resultado fue que el 6,6 por ciento de los niños sufría el Síndrome de ojo seco, precisamente aquellos que usaban su smartphone una media de 3 horas al día.
El Síndrome del ojo seco
Se conoce como Síndrome del ojo seco al problema que presenta nuestro ojo cuando es incapaz de producir el suficiente flujo de lágrimas como para mantenerlo hidratado, cómodos y sanos. Los ojos se enrojecen y sentimos como si los tuviéramos llenos de arena. Generalmente es un problema que aparece en personas adultas aunque, últimamente, también se está presentando en los más jóvenes.
Según el informe de estos científicos, mirar directamente a la pantalla hace que dejemos de parpadear de forma tan habitual como lo hacemos en el resto de las tareas. Ésto hace que nuestro organismo no fabrique suficientes lágrimas y el ojo se reseque. De ahí que los niños evaluados que más tiempo pasaban frente al smartphone presentaran este problema. Molestia que desaparecía en cuanto dejaban de usarlo o lo usaban una media de 37 minutos al día.
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