El Síndrome Metabólico en la infancia

Es sorprendente como los malos hábitos, sobre todo alimenticios, se han ido incorporando a nuestra vida cotidiana de una forma totalmente acelerada. Tanto es así que incluso pudiera parecer que aquellos que tienen cuidado con su dieta, procurando llevar una vida lo más sana posible, son una extraña excepción dentro del mundo desaforado del consumismo sin límite.

Y es así como nos encontramos no sólo con unas características físicas determinadas, que no tendrían mayor importancia de no ser por los problemas de salud que conllevan, si no con verdaderas patologías o alteraciones que van a interferir en la vida normal de nuestro niño. Se entiende Síndrome Metabólico cuando el paciente presenta, al menos, tres de las siguientes enfermedades: obesidad, diabetes, tensión arterial elevada y niveles descompensados de colesterol, tanto en el bueno, por escaso, y en el malo, por elevado.

Según los últimos estudios se cree que es un 30 por ciento de niños el que padece Síndrome Metabólico. Si bien no debemos obviar el alto componente genético o hereditario, también aumenta este porcentaje, alarmantemente, debido al cambio de hábitos en la alimentación infantil así como el sedentarismo y falta de interés en torno al ejercicio físico.

Si bien hay ciertas patologías que no pueden evitarse y que sólo van a ser controladas mediante tratamiento farmacológico si existen otras, como el sobrepeso, que podemos y debemos controlar a fin de procurarle una vida lo más sana posible a nuestro niño. Una dieta sana y equilibrada donde abunden las frutas y verduras, dejando a un lado aquellos alimentos ricos en grasas saturadas o azúcares y un programa de ejercicio físico constante son la mejor medicina para, no sólo mejorar la enfermedad si no para que, al llegar a la adolescencia y pubertad no acabe empeorando.

Vía | Naturpeques
Foto | Nutricion

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