Síndrome del emperador, cuando el niño es un tirano

Cada día vemos más noticias relativas al maltrato que sufren algunos padres a manos de sus hijos, es lo que se conoce como Síndrome del Emperador. Aunque se sabe que hay un componente genético que influye en el comportamiento de estos niños, la educación que reciben puede ser la principal causa para que aparezca. Según el autor del libro «Los hijos tiranos: El síndrome del emperador», el psicólogo criminalista Vicente Garrido, «se trata de niños que no han desarrollado las emociones morales, como el sacrificio, la compasión, la empatía o la piedad, y por tanto no tienen sentimiento de culpa».

Javier Urra, el conocido ex-Defensor del Menor y autor de otro libro «El pequeño dictador», considera que la herencia influye pero que lo definitivo es el tipo de educación que damos a nuestros hijos incluso desde los primeros días de vida, «algunos psicólogos y pedagogos han transmitido el criterio de que no se le puede decir no a un niño, cuando lo que le neurotiza es no saber cuáles son sus límites, no saber lo que está bien y está mal. Ésa es la razón de que tengamos niños caprichosos y consentidos, con una filosofía muy hedonista y nihilista».

Si el origen no es educativo, el niño puede tener rasgos de personalidad psicópata, sin sentimiento de culpa, falta de conciencia y empatía, pero lo importante es detectarlo y enseñarle a controlar los impulsos y modificar su conducta. Los expertos coinciden en que, en cualquier caso, que un niño desarrolle el síndrome del emperador no es sólo culpa de los padres. La sociedad dificulta a los padres la tarea de educar, considerando políticamente incorrecto poner límites y ser firmes con los niños.

En definitiva, en la mayoría de los casos y aunque creamos que nunca nos va a suceder a nosotros, es nuestra responsabilidad educar a nuestros hijos, con mucho amor pero sabiendo lo importante que es marcarles una pauta y darles valores para su vida futura.

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Foto | Equinoxio

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