Sentimientos y emociones frecuentes en madres trabajadoras

El desarrollo profesional, el crecimiento personal y la vida familiar son esferas de la vida que no siempre muestran un buen equilibrio. De este modo, aunque el trabajo y la realización profesional son tan importantes para el ser humano, existen circunstancias en la que también pueden surgir sentimientos y emociones que muestran algún tipo de sufrimiento. Por ello, hoy profundizamos en el universo emocional de las madres trabajadoras y en las sensaciones que experimentan, especialmente, cuando sus circunstancias son complejas.

1. El peso de la culpa en madres trabajadoras

La visión de la culpa cambia significativamente cuando una situación profesional o familiar se analiza de forma externa. ¿Qué te gustaría decirle a una madre que se reincorpora al trabajo o a una mujer profesional que acepta un importante puesto de responsabilidad?

Es muy probable que las palabras, en ese caso, tengan un tono positivo. Sin embargo, el peso de la culpa refleja el diálogo interno que acompaña a las madres trabajadoras cuando se hablan a sí mismas de un modo negativo.

2. Dudas en madres trabajadoras

La duda, aplicada a cualquier contexto personal, puede generar un intenso debate interior. Pues bien, las madres trabajadoras también conviven con momentos de dudas que, por otra parte, reflejan las múltiples perspectivas que ofrece la realidad en función del ángulo desde el que se analiza una situación. Por ejemplo, el deseo de alcanzar metas relevantes en el ámbito profesional o las ganas de compartir más tiempo en familia.

3. Incertidumbre en madres trabajadoras

La sensación de incertidumbre en el entorno profesional actual puede extenderse a diferentes perfiles. Impacta en personas de diferentes edades. Sin embargo, es una emoción que también afecta a madres trabajadoras que han creado un proyecto familiar y, sin embargo, visualizan un futuro inestable en el plano laboral a medio o largo plazo.

4. Motivación interna, un verdadero motor en madres trabajadoras

Sin duda, las madres trabajadoras afrontan constantes desafíos en su vida profesional, personal y familiar. Con frecuencia, sienten que no llegan a todo.

La sensación de renuncia también es frecuente en este contexto. Por ejemplo, la persona puede sentir que no tiene tiempo para hacer planes que le gustan o quedar con sus amigas. Sin embargo, conviene destacar que las madres trabajadoras poseen una importante resiliencia a través de su motivación interna.

5. Ilusión

Sin duda, los nuevos logros, el aprendizaje continuo, la superación personal y las expectativas de futuro se convierten en una fuente de ilusión para quien, además, comparte su propia evolución con su familia. Además, así como la maternidad puede modificar el orden de prioridades en aspectos esenciales, la visión del trabajo también cambia y adquiere un nuevo sentido.

6. Exceso de responsabilidad: en el trabajo y en la familia

Una combinación que, cuando se prolonga en el tiempo, puede llegar a generar un estado de agotamiento en quien se exige tanto a sí misma y, por otra parte, deja en un segundo plano su descanso o su cuidado (a veces, convive con circunstancias complejas que no le permiten dedicarse el tiempo necesario).

La conciliación de la vida profesional y personal en madres trabajadoras es compleja. Pero es importante que, más allá de la complejidad de los factores y circunstancias que se enmarcan en este contexto, estés en contacto con tus emociones y escuches aquello que sientes con más frecuencia.

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