Sentido y sensibilidad

En los últimos tiempos, cuando uno ve las noticias en televisión o las lee en un periódico impreso o por internet, le cuesta creer en encontrar una noticia diferente a las habituales que desprenden más pena que gloria. Espera ver algo que le haga decir «¡qué sorpresa!», sin tener que echarse a reír. Cuesta, pero al final se encuentra.

Eso me ha pasado con una noticia que he leído esta semana. Una vecina de un pueblo de la comunidad valenciana, Pilar de la Horadada, ha entregado una donación a una asociación para niños discapacitados de 0 a 3 años de dicho pueblo (Aidemar).

La Sra. Alderman cumplió así con la voluntad de su marido, fallecido hace pocos meses, y que este dejó reflejado en su testamento, de ayudar a los más pequeños con discapacidad o riesgo de ella. A esa iniciativa, se han unido posteriormente más vecinos de la urbanización en la que reside esta buena señora.

Tanto las autoridades del pueblo como el presidente de dicha asociación han agradecido públicamente el gesto altruista de esta señora y su difunto marido para con los pequeños que acuden, a diario, a las instalaciones de Aidemar.

Con respecto a las Ong´s, no todas están cortadas por el mismo patrón. Estoy seguro que alguna que otra persona habrá sufrido una decepción con alguna de ellas que parece busca más el ánimo de lucro que el beneficio de los más necesitados. Pero siempre surgen asociaciones que, sin ningún tipo de interés monetario o materialista, se lanzan a ayudar a los más necesitados, en este caso niños pequeños, sin hacer el más mínimo ruido.

Por otro lado, sorprende y a la vez halaga el hecho de que existan personas como la Sra. Alderman, cuya generosidad ha quedado patente en este detalle que ha tenido sin ningún tipo de obligación. Sin duda, ha quedado patente su sentido y sensibilidad.

Vía | elperiodic.com

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