Seis ventajas de aprender a tejer en familia
Aprender a tejer es un proceso que, en ocasiones, se transmite de generación en generación. De este modo, los adultos acompañan a los niños en el descubrimiento de una técnica artesanal. Es un arte que se comparte en compañía. Es decir, también se tejen vínculos emocionales y experiencias inolvidables. En El Blog Infantil enumeramos cuáles son las ventajas de aprender a tejer en familia.
1. Disfrutar de una afición común y sencilla
Algunos planes familiares requieren de un mayor nivel de planificación. Tejer, por el contrario, es un proceso que puede integrarse perfectamente en la rutina cotidiana. Es una afición que pone en valor el encanto de lo sencillo.
2. Una propuesta intergeneracional
Tejer es una experiencia que muestra el auge que, actualmente, están experimentando distintas propuestas tradicionales. Previamente hemos recordado que es una iniciativa que, con frecuencia, se desarrolla en el grupo. Además, tiene un enfoque intergeneracional. Pueden participar abuelos y nietos (cuando tienen a partir de 8 años aproximadamente). Aunque cualquier persona puede disfrutar de la experiencia desde la observación.
3. Ejercitar la paciencia
Es un beneficio bidireccional. En primer lugar, el adulto acompaña al niño por medio de la explicación y el seguimiento del proyecto. Sin embargo, el error es un componente esencial del propio aprendizaje. Sirve para identificar aquellos fallos que no se alinean con el proceso correcto. Por ello, los niños también aprenden a superar los límites de la impaciencia por medio de la repetición.
4. Atención plena
Tejer es una experiencia que requiere de atención y concentración. La persona debe estar plenamente implicada en cada uno de los pasos para completar la secuencia. Por ello, además de desarrollar un ejercicio manual, la práctica de tejer se analiza en la actualidad desde otros puntos de vista. Por ejemplo, es una forma de mindfulness. Ten en cuenta que el foco de atención se centra en un objetivo realista contextualizado en el aquí y en el ahora. ¿Y cuántos momentos de la rutina cotidiana en familia se desarrollan verdaderamente en un constante presente?
5. El modelado
El valor del ejemplo es positivo en cualquier proceso de aprendizaje. Quien se adentra en una experiencia por primera vez, puede fijarse en la referencia del modelo. Pues bien, el modelado está perfectamente integrado en el grupo. Los niños se fijan en los adultos y recrean sus pasos. Es decir, cada uno aprende a partir de su experiencia, pero también observa el espejo de otros familiares que se encuentran en el grupo.
6. Motivación
Tejer en grupo es una experiencia que está acompañada por la creación de un clima agradable. Más allá del interés que despierte la actividad en sí misma, el plan se contextualiza en un marco común. Un escenario que se enriquece con conversaciones, emociones, ideas, inspiración, creatividad, sentido del humor y sentimientos. Las dificultades se reducen cuando se afrontan en compañía. La experiencia ofrece la preparación necesaria para elaborar bonitas manualidades.
Tejer es una experiencia que, incluso, produce beneficios terapéuticos desde el punto de vista de la lanaterapia: reduce el estrés, fortalece la autoestima, fomenta el encuentro con la belleza, promueve un estilo de vista consciente y facilita la desconexión digital.
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