Seis razones para educar en valores a los niños en la familia
La educación en valores tiene un significado atemporal: es esencial en la vida diaria. Por ello, con motivo de la vuelta al cole adquiere una visibilidad especial puesto que los centros educativos dan una gran importancia a esta cuestión. Pero el entorno familiar se convierte en el marco de referencia para descubrir principios importantes. En El Blog Infantil compartimos seis razones para educar en valores en la familia.
1. Es un aprendizaje que no finaliza nunca
Es decir, es recomendable que el propio entorno familiar cree las condiciones ideales para discernir el obrar correcto de aquellas acciones que se alejan de esta dirección. En definitiva, es importante nutrir, alimentar y fortalecer la educación en valores en la vida cotidiana.
2. Dar herramientas para la vida diaria
La aplicación de los valores universales se materializa en diferentes contextos de la rutina. Los valores son esenciales para mejorar la convivencia con los demás, nutren las relaciones personales, propician el cuidado del entorno e impulsan el desarrollo propio. En definitiva, son herramientas valiosas que el niño puede utilizar allí donde se encuentra.
3. Educar en el valor de la bondad
Con frecuencia, la educación parece poner el acento en el talento o en el futuro desarrollo profesional que el niño puede protagonizar en la etapa adulta. Sin embargo, existe un aspecto más relevante: la bondad como una virtud que eleva la naturaleza del ser humano.
4. Acompañar en el proceso de aprendizaje
Conocer el significado de un valor no implica que el ser humano siempre actúe de forma coherente con los principios que ha adquirido a través de la influencia positiva de su entorno. Los errores son habituales en este contexto, incluso en la etapa adulta. Por ello, es recomendable que el entorno familiar acompañe al niño durante un aprendizaje en el que también hay espacio para el error y la rectificación.
5. Asumir la responsabilidad en la enseñanza de los valores
La educación de los valores más importantes no debe delegarse en la sociedad, en la escuela o en otros agentes externos. El entorno educativo es muy importante. Pero los padres no deben delegar esta responsabilidad de forma absoluta en los profesores. Por el contrario, es positivo que mantengan una colaboración constante para avanzar en la misma dirección en casa y en la escuela.
6. Los valores alimentan la felicidad infantil
Hay que tener en cuenta que son principios que fortalecen el bien común, la práctica del obrar correcto y el cuidado del entorno. Ofrecen una perspectiva de la educación que se aleja del materialismo y conecta directamente con el plano del ser. Las cosas materiales pueden perderse, los valores son permanentes para aquel que los aprende.
Educar en valores a los niños es una experiencia que está acompañada por la inteligencia emocional, la humildad y el humanismo.
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