Seis cambios importantes para niños y familias

Existen numerosos cambios que afectan al niño de forma individual, pero también producen consecuencias en el núcleo familiar. Es decir, suponen un impacto en la rutina del hogar (aunque tengan un componente positivo). En Uno más en la Familia compartimos una selección de situaciones que producen novedades significativas en el presente de niños y familias:

1. Una mudanza que implica un cambio de barrio o de ciudad

El cambio de vivienda puede estar causado por numerosos factores: diferentes motivos profesionales, la búsqueda de un inmueble que esté situado cerca de un centro educativo o el deseo de disfrutar de un entorno más amplio cuando llega un nuevo miembro a la familia. La casa es el espacio de intimidad, protección y seguridad. Por ello, la mudanza requiere no solo de una adecuada planificación, sino también de un periodo de adaptación.

2. Adaptación a un nuevo cuidador

Cuando la familia decide contratar a una cuidadora para mejorar la conciliación, es recomendable que ese vínculo se prolongue en el tiempo. Sin embargo, también puede suceder que la profesional abandone su puesto de empleo para emprender otros proyectos. En ese caso, surge la necesidad de iniciar el proceso de adaptación a una nueva persona. Es esencial que exista un lazo de apego seguro con el bebé. Y también es fundamental que la comunicación con la familia sea constructiva.

3. Adaptación al colegio

El inicio de la etapa académica representa el comienzo de un camino que está acompañado por la formación, la creatividad, la socialización y el aprendizaje. A pesar de todos los beneficios que aporta la experiencia, la adaptación al colegio plantea novedades significativas para el alumno y para la familia.

4. Una separación o un divorcio actualiza la realidad previa

Hay cambios que impactan en la familia a partir de factores externos. También existen decisiones complejas, que se toman de forma consciente, y marcan un punto de inflexión en la historia construida hasta ese momento. Una separación modifica el proyecto de vida diseñado hasta entonces. Aunque no lo transforma de forma absoluta. Es recomendable que los progenitores sigan unidos en aquellos aspectos que deben gestionar en la nueva etapa.

5. Ampliación de la familia

El núcleo familiar es dinámico. Los cambios que se producen en el grupo influyen en las relaciones creadas hasta ese momento. Cada ser querido tiene su propio espacio. Pues bien, cuando la familia crece, surgen nuevos vínculos y se producen cambios en los lazos construidos previamente. Por ejemplo, se materializan algunas modificaciones en la gestión del tiempo ante el deseo de dedicar una atención especial a cada persona.

6. Desarrollo de una nueva rutina

La rutina familiar prioriza la atención y el bienestar del bebé. Sin embargo, dicha rutina no es completamente lineal. Puede surgir la necesidad de implementar algunos cambios como consecuencia de factores externos o internos. Es una de las circunstancias que se produce con más frecuencia en el calendario. Durante la celebración de las fiestas de Navidad, por ejemplo, se modifican algunas costumbres (como ocurre durante el verano o en la vuelta al cole).

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