Seis beneficios de los cursos de natación para niños y niñas
La natación es uno de los deportes más practicados durante el verano. Las piscinas inician su temporada estival y dan la bienvenida a muchas familias con niños que disfrutan de tardes más refrescantes en un ambiente en el que la seguridad es esencial. Por ello, los cursos de natación proporcionan una formación práctica. A continuación, profundizamos en los beneficios que las clases sobre esta materia aportan a niños y niñas.
1. Un aprendizaje gradual adaptado al nivel del alumno
Los cursos tienen en cuenta la existencia de diferentes niveles de conocimiento. Por ello, cada curso está integrado por un grupo de alumnos que se encuentra en una etapa similar. De este modo, cada niño también se identifica con el proceso que protagoniza cada compañero.
2. Aprender a respirar
Los cursos de natación proporcionan un conocimiento integral para la óptima realización de diferentes ejericicos. La respiración adquiere una especial relevancia en la natación como medio para potenciar el bienestar y prevenir el cansancio. Este aprendizaje tiene un enfoque práctico y vivencial. Es decir, se fortalece con la experiencia por medio de la realización de dinámicas seguras.
3. Establecer una relación positiva con el entorno acuático
Existen distintos temores en la infancia y el miedo al agua es uno de los que puede interferir en el bienestar emocional del niño durante el verano. Las clases de natación inciden positivamente en el plano emocional. Es decir, ofrecen un marco propicio para que el alumno cree una relación positiva con el entorno acuático y disfrute de los planes que realiza en la piscina.
4. Seguridad en el agua
La piscina es uno de los espacios en los que el niño debe contar con la supervisión, el acompañamiento y el seguimiento de un adulto cercano y responsable. Además, en las instalaciones también destaca la figura del socorrista. Por su parte, el propio niño adquiere recursos, habilidades y destrezas que son claves para reducir el riesgo de ahogamiento. Es decir, los cursos de natación aportan una importante preparación para reducir incidentes y reconocer los propios límites.
5. Profesionales especializados
Aunque un padre o una madre naden perfectamente, es recomendable que deleguen en un profesional especializado la labor de enseñar natación a su hijo. Evidentemente, ellos también pueden implicarse en el proceso a través de la colaboración y la comunicación con los monitores que imparten las clases. El profesional aplica una metodología que facilita el proceso de aprendizaje infantil. Y propone ejercicios prácticos que se adaptan a cada nivel.
6. Bienestar
A la práctica de un deporte muy refrescante se suma, además, el entretenimiento y la diversión que los alumnos experimentan durante clases que tienen un enfoque dinámico. La suma de los distintos factores enumerados repercute positivamente en el bienestar físico y bienestar de los niños.
¿Te gustaría que tu hijo aprenda a nadar durante el verano o es un objetivo que quieres planificar más a medio plazo? La oferta de cursos de natación es muy demandada por las familias.
Comentarios cerrados