La ropa premamá y sus misterios (y III)
Ya hemos visto como no debe resultar difícil cambiar nuestro armario durante la época del embarazo. Es cierto que necesitamos ampliar algunas prendas, pero con algunos trucos y cierta maña, podemos conseguir que nuestra economía no se vea excesivamente mermada ante los nuevos acontecimientos.
Lo primero que debemos tener en cuenta es la época en la que se van a producir nuestros cambios físicos más importantes. Si empiezas a estar embarazada en enero, sabes que será la época de verano cuando más vas a necesitar de ropa amplia, por lo que no está de más preverlo con anterioridad. De nada sirve comprarte unos pantalones premamá de pana si vas a dar a luz en agosto, o viceversa.
Más que comprarte cantidad de ropa, es mejor hacerlo de forma selectiva. Prendas que puedan combinar fácilmente, por sus colores, por sus estilos y a los que puedas añadir un pañuelo o un collar para determinadas ocasiones. Piensa que las faldas y vestidos suelen ser más cómodos para las embarazadas, ya que permiten mejor el movimiento y no quedan excesivamente ceñidos. Especialmente en verano pueden ser tus mejores aliados.
Existen en el mercado una serie de sistemas para ampliar tu ropa habitual (pantalones y faldas) que consiste en una goma que lleva aplicada una tela, de distintos colores, que aplicada en tu ropa te permite poder usarla sin que se te vea la ropa interior. Al menos durante los primeros meses puede serte de utilidad.
Piensa también que es fácil que durante el embarazo, con el aumento de peso, tus pies se hinchen y quizás tengas que recurrir a una talla más de calzado. Puede que después del nacimiento del bebé también te sigan siendo útiles.
Vía | Consumer
Foto | Viste Moda