Le roban el coche con sus tres hijos dentro mientras repostaba en una gasolinera
Hace unos días se dio a conocer una noticia extremadamente desgraciada, el robo de un coche en cuyo interior había tres niños de 1, 3 y 5 años. El hecho ocurrió en una gasolinera de Seat Pleasant en Maryland. La madre bajó a repostar y dejó a sus hijos dentro del coche. Este fue el momento en el que el ladrón aprovechó para llevarse el coche.
Según los últimos datos proporcionados por la policía del Condado de Príncipe Jorge, finalmente se encontró el vehículo abandonado pero de momento no hay ningún rastro de los pequeños. No quiero ni imaginar como debe de sentirse esa madre. Todo esto me ha hecho pensar en si le damos la importancia suficiente a este tipo de actos cotidianos. No estoy hablando por supuesto, de dejar al niño solo e ir a tomarte un café (afortunadamente eso no suele hacerlo nadie), sino de momentos puntuales que se dan en el día a día y que creemos tener controlados.
Siempre confiamos en que no va a pasar nada, hasta que finalmente pasa. Los niños pequeños suelen dormirse fácilmente en el coche por lo que no es raro caer en la tentación de dejarlos en el coche y salir a recoger algo o a alguien. Un ejemplo: está lloviendo y llevamos a nuestro pequeño durmiendo en el coche. Aparcamos frente a la puerta del cole y salimos a por el hermano mayor. Creemos tener la situación controlada pero un pequeño despiste puede ser aprovechado por cualquier delincuente.
La situación de la noticia también suele ser habitual. Piensas que es un momento, lo que te cueste pagar la gasolina y que además tienes el coche a la vista. Pero lo cierto es que no es así, en unas décimas la desgracia puede ser posible. Así que más vale sacar al pequeño aunque esto nos suponga más tiempo. Hay que extremar el cuidado en estos aspectos y reflexionar sobre el tema, yo misma voy a aplicarme el consejo.
Vía | Noticias Antena 3
Foto | Flickr-Sean dreilinger
un comentario
Creo que esta mamá posiblemente dejó la puerta del coche abierta y quizá hasta con las llaves puestas. Si el coche está cerrado y al alcance de tu vista, es tan difícil que te roben al niño como si lo llevas tú por la calle de la mano o en el cochecito: también puede pasar alguien y quitártelo al estilo «tirón del bolso».
Tengo una amiga finlandesa y me cuenta cómo en su país dejan los cochecitos en la puerta de los comercios con total seguridad. ¿No sería maravilloso vivir con esa tranquilidad?