Los riesgos de cabecear una pelota
Una investigación realizada recientemente ha demostrado que cabecear una pelota no es tan inofensivo como podemos pensar. Estos trabajos han evidenciado acerca de los daños cerebrales que son generados por los cabezazos que se dan de forma repetitiva.
Hace un par de años se presentó una demanda para que se prohibieran los cabezazos de la pelota durante los partidos infantiles, esto se realizó en Estados Unidos y la petición fue ante la Federación de Fútbol y contra la FIFA. El fin de esta iniciativa era la de evitar la aparición de conmociones cerebrales en los pequeños.
Se logró que se prohibieran los cabezazos en los partidos de los menores de 10 años de edad y limitó su realización entre los pequeños de 11 a 13 años. Una buena noticia que permite evitar problemas en la salud de los pequeños ya que se ha comprobado que existe un vínculo entre la cantidad de cabezazos que el jugador hace y las anomalías cerebrales.
Es muy importante determinar, especialmente en los niños, el impacto que provocan los golpes o los cabezazos que se dan en el fútbol y como influyen en el desarrollo cerebral.
Anomalías cerebrales
Debemos tener en cuenta que las células nerviosas son las encargadas de trasmitir el mensaje a otras células nerviosas a través de sus tractos de fibras o sus axiomas. Si se agita de forma violenta el cerebro la comunicación de las fibras neuronales se puede ver afectada. Un trabajo de investigación ha demostrado que la conectividad cerebral de los jugadores de fútbol puede llegar a presentar anomalías.
Desde la Sociedad Médica Estadounidense de Medicina Deportiva consideran que después de una conmoción cerebral transitoria o lesión cerebral leve el cerebro quedará menos sensible a la activación neuronal. Y si la actividad física o cognitiva se realiza antes de que la recuperación sea total el cerebro podrá estar más sensible a sufrir de una disfunción prolongada.
Un estudio necesario
En muchos casos los deportistas se realizan un estudio de potenciales evocados, se trata de una prueba que no provoca dolor y no es nada invasiva en la que se estudia la actividad de las vías sensoriales con el fin de obtener una detección temprana de déficits sensoriales.
Es muy importante determinar, especialmente en los niños, el impacto que provocan los golpes o los cabezazos que se dan en el fútbol y como influyen en el desarrollo cerebral. Algunos trabajos evaluaron las respuestas eléctricas del cerebro y otras las funciones cognitivas en pequeños que pasaron por una contusión.
Algunos cambios se hicieron evidentes por los que es necesario que no se tomen a la ligera los golpes y mucho menos cuando ocurren lesiones, por más leves que parezcan. Será necesario consultar con un médico y realizar todos los estudios que el profesional indique, además de respetar el tiempo de recuperación que se determine.
Otro punto clave que se tiene que tener en cuenta antes de dejar jugar a los niños a los cabezazos es que los músculos cervicales aún no están correctamente desarrollados y estos golpes pueden provocar lesiones, más aún cuando se encuentran aprendiendo a cabecear.
Actualmente los científicos se encuentran realizando otros trabajos de investigación más extensos para conocer en profundidad las consecuencias a largo plazo de los golpes que sufren los jugadores de fútbol, especialmente en los niños. Es muy importante realizar deportes, pero es mucho más importante que los adultos tomemos conciencia del cuidado que requiere el cerebro infantil.
Vía | Clarín
Foto | Pixabay – Kijj44
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