Reproducción asistida: Coito programado
Los problemas de fertilidad han estado presentes en la historia de la humanidad desde tiempos inmemoriales, pero parece que es en la sociedad actual donde más visibles se hacen debido a su importante, y preocupante, incremento. Al parecer estas altas cifras de parejas con problemas para tener hijos, se relacionan con la forma de vida rodeada de estrés o las carencias alimentarias.
Sea como fuere, son cada vez más personas que acuden a las clínicas de fertilidad con el fin de ser padres, y después de comprobar que los métodos naturales no son suficientes. Afortunadamente en los últimos tiempos, los avances médicos han sido tan notables que, casi, se ha desterrado esa dolorosa lacra. Los métodos son muchos y dependerá del grado de infertilidad que presenten. Hoy vamos a empezar un repaso que nos lleva al Coito programado, el más sencillo de los que, hasta ahora, se conocen.
El Coito programado está indicado para parejas que no padecen una esterilidad, tal cual se conoce, o para los que, después de intentarlo durante varios meses, no logran quedar embarazados, sin causas conocidas. Se necesita que el hombre tenga unos niveles de espermatozoides normales y las mujeres presenten una apta condición en sus ovulaciones. También es la que suelen utilizar aquellas parejas que por impedimento moral o religioso rechazan otros tipos de reproducción programada.
Consiste en preparar el cuerpo de la mujer a través de sus ciclos menstruales e indicar cuales son los días fértiles para que, a través del coito, pueda producirse el embarazo. En algunos casos necesita de algún tipo de fármaco, compuesto de hormonas, para la estimulación ovárica. En otros, simplemente se ajusta al ciclo ovárico natural.
Foto | Flickr – Ariadna Bruna
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