Los perros y los gatos no son el mejor regalo de Navidad

Los perros y los gatos no son el mejor regalo de Navidad

Escrito por: Sacra    21 diciembre 2016    2 minutos

La Navidad es una de las épocas del año que más gusta a los niños. No en vano toda ella está llena de sorpresas, que aunque envueltas en la más pura tradición, nos trae emociones y alegrías que siempre son renovadas, especialmente, si tenemos niños en casa.

A los ingredientes clásicos de toda época navideña, como pueden ser los adornos del árbol o el pesebre, los villancicos o las reuniones familiares, también se unen los regalos. Esos deseos que, los niños, expresan en esas mágicas cartas dirigidas a los Reyes Magos o Papá Noel.

Además de los juguetes de moda, un clásico que suele aparecer año tras año, son las mascotas. Especialmente los cachorros de perros y gatos, son los grandes objetivos de nuestros peques. Los papás, llevados por la emoción del momento, ceden a sus deseos, sin ser conscientes del todo de que los animales no son un juguete, ni un objeto de diversión que se deja abandonado pasado el primer impacto de la sorpresa. Los animales son seres vivos que necesitan de nuestro cuidado.

Es por ello que la Fundación Affinity, llegadas estas fechas, nos lanza una campaña para concienciarnos de la responsabilidad que supone regalar un animal a nuestros niños. Y es que no podemos olvidar que, pasadas las fechas navideñas, el abandono de animales, sobre todo perros y gatos, es masivo, precisamente cuando las familias se dan cuenta de esa responsabilidad que supone tenerlos en casa.

Según las cifras que maneja la Fundación Affinity, el 50 por ciento de los niños afirma haber pedido, en alguna ocasión de su vida, una mascota en su carta a los Reyes Magos. Aunque el 98 por ciento aseguran que conocen que se trata de un ser vivo y necesita de cuidados, todavía son muchos los que acaban abandonados tras las Navidades.

Regalar una mascota debe ser una decisión muy bien meditada por todos los miembros de la familia. Por eso los expertos aconsejan no dejarse llevar por el primer impulso, valorar los pros y contras y analizar con detenimiento si vas a ser capaces, si tenemos espacio o tiempo, y, sobre todo, si podemos ser responsables de su cuidado. No olvidemos que los cachorritos crecen, convirtiéndose en animales adultos a los que hay que seguir amando y protegiendo a lo largo de toda su vida.

Foto | Libertad digital

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