Repetir las palabras: clave para ampliar el vocabulario infantil
Aprender nuevas palabras es una experiencia clave para que los niños amplíen su vocabulario durante la infancia. Pues bien, existe un factor que incide positivamente en el descubrimiento y asimilación de nuevos conceptos: la repetición. Un proceso que puede integrarse en el contexto de la lectura, en las conversaciones familiares y en los juegos de palabras.
La repetición pone el acento en la paciencia como un valor relevante en un contexto en el que la inmediatez y la prisa también pueden condicionar de forma negativa el aprendizaje en el ámbito familiar. Es decir, a través de la repetición es posible profundizar en la belleza de la palabra desde distintas perspectivas: significado, contexto en el que se utiliza el concepto, musicalidad, número de sílabas…
Repetir palabras: clave en el aprendizaje de nuevos conceptos
A través del poder de la repetición, una palabra pasa a formar parte del ámbito cotidiano. Es decir, el niño se familiariza con el significado de ese término. La tendencia hacia la repetición se percibe en el propio niño cuando da voz a aquellos conceptos que han llamado su atención.
El aprendizaje, en cualquier momento de la vida, muestra una perspectiva que unifica la base teórica con su dimensión práctica. Pues bien, la repetición de un concepto es determinante para integrarlo en diferentes escenarios de la vida cotidiana. Aquellos en los que dicho término tiene sentido en esencia.
La repetición de palabras, por otra parte, también pone el acento en una cuestión tan importante como la entonación. Por otra parte, el efecto de la repetición se alinea con los ritmos y los tiempos de cada niño. Cada uno necesita su propio espacio y proceso para ampliar el vocabulario a través de una evolución que es paulatina y gradual.
Cómo potenciar la repetición de palabras en los niños
Evidentemente, la repetición también requiere de un equilibrio y una proporción para no saturar la capacidad de atención del niño. Puede integrarse de manera natural en aquellos espacios que despiertan el interés de los peques: lecturas, juegos, películas, conversaciones, canciones… Por último, conviene señalar que a través de la repetición, el niño también cultiva el valor de la escucha. Además, el poder de la repetición puede integrarse en contextos distintos como la comunicación oral o escrita.
Cuando la repetición es propiciada por parte del adulto es importante no iniciar el proceso de forma monótona o automática. Conviene conectar con la esencia de la palabra para que el ejercicio tenga un sentido positivo y valioso. Por ejemplo, puedes poner el acento en el ritmo, la musicalidad o el significado de una palabra bonita (que además te transmite emociones o sensaciones agradables). En definitiva, repetir no es una pérdida de tiempo, sino una inversión en términos de atención y ampliación del vocabulario.
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