Remedios sencillos para calmar los resfriados
Estamos en plena época de los resfriados, las toses, los mocos e, incluso, algo de fiebre, habita nuestra casa, así que no es de extrañar que nuestros bebés se sientan molestos, intranquilos y necesiten muchos más mimos que habitualmente. Lo primero, sin duda, es llevarlo al pediatra para que lo examine con detenimiento y te marque las directrices a seguir. Pero a veces sucede que es una molestia pasajera y podemos aliviarla en casa. Unos pocos remedios caseros y algún que otro truquillo pueden hacer que nuestro bebé encuentre cierto alivio.
Una de las cosas que no debe faltar en casa, especialmente si hay niños, es la solución salina. En la farmacia la venden en distintos formatos, por un lado botellas grandes y por otro, botecitos de monodosis. Pero también puedes prepararlo en casa con una taza de agua tibia y media cucharadita de sal de mesa. Con un cuentagotas le pones dos o tres gotitas en la nariz y le ayudas a expulsar los mocos con un aspirador nasal. Para los niños mayores les puede venir bien para hacer gárgaras y aliviarles el dolor de garganta.
Para aliviar la tos nocturna viene estupenda la miel, aunque para niños de dos años en adelante. Gracias a su poder bactericida ayuda a eliminar esas toses persistentes que se instalan en su pecho cuando empiezan los catarros. También en las farmacias o herboristerías te pueden vender propóleo, que es estupendo para prevenir este tipo de infecciones respiratorias.
Existen en el mercado ungüentos y pomadas cuya base es el alcanfor o el eucalipto y que les ayudará a respirar bien durante la noche. El problema es que la mayoría es para la utilización en niños de a partir 3 años. Para los más pequeños se comercializan unos parches que contienen estos elementos pero debidamente dosificados para los bebés. Nunca se debe frotar con estos bálsamos ni el boca ni en la nariz, solo en el pecho.
Vía | Buena salud
Foto | Embarazo 10