Regresiones del sueño en los bebés: consejos para padres y madres

Las regresiones del sueño marcan un punto de inflexión en el descanso del bebé. Su rutina de sueño muestra nuevas variables que rompen con el patrón previo. Por ejemplo, es posible que el niño tarde más tiempo del habitual en conciliar el descanso o se despierte con más frecuencia durante la noche. En ocasiones, se perciben como un aparente retroceso en los hábitos alcanzados hasta el momento. Sin embargo, conviene puntualizar que los cambios experimentados suelen ser temporales.

Hay que señalar que es un cambio que puede producirse en diferentes etapas como, por ejemplo, en torno a los cuatro meses de edad. Eso no significa que todos los bebés pasen por el mismo proceso de manera lineal. Es posible establecer un paralelismo entre el descanso del bebé y el sueño del adulto.

¿Por qué se producen las regresiones de sueño en los bebés?

Por ejemplo, tal vez hayas atravesado periodos marcados por preocupaciones, cambios externos y otras variables que han repercutido en la calidad de tu descanso. Pues bien, el niño también es sensible a los cambios que se producen en su entorno y en su proceso de crecimiento. Y ese hecho, en ocasiones, se refleja en las regresiones del sueño.

Como hemos comentado, a veces el cambio se percibe como si fuese un retroceso en los pasos alcanzados hasta el momento. Pues bien, es recomendable ampliar la mirada para ir más allá de esa circunstancia concreta. Es muy probable que el niño esté dando sus primeros pasos en otros aprendizajes vitales que le aportan un mayor grado de autonomía en su interacción con la realidad. Es decir, los hitos del desarrollo son muy relevantes por su relación con el tema que analizamos.

El sueño es un pilar básico en la rutina del bebé, es una fuente de bienestar para él. Por ello, las novedades experimentadas en el descanso, aunque se integran en una fase que suele ser temporal, producen otros cambios en su estado de ánimo (tal vez se muestre más irritado). Una regresión del sueño va más allá del hecho de que el niño se despierte durante la noche. Está acompañada por otros síntomas como, por ejemplo, la dificultad para conciliar nuevamente el sueño, el llanto, los cambios experimentados en las siestas o la irritabilidad.

Cómo actuar ante las regresiones del sueño en los bebés

Aunque el niño experimente cambios en su rutina de sueño, eso no significa que haya que modificar de forma necesaria los horarios establecidos hasta el momento o las costumbres aprendidas. Es recomendable que la rutina creada sea flexible para adaptarse a las necesidades concretas del niño. Es decir, es importante que también observes su evolución y cómo se siente. Es esencial que, si tu hijo se encuentra en esa fase, alimentes la paciencia y la calma. Recuerda que no se trata de un hecho negativo y que, además, el proceso es temporal.

Aunque conviene hacer una aclaración al respecto. Ten en cuenta que las regresiones pueden producirse en diferentes momentos. Sin embargo, aquella que se vive a los cuatro meses tiene un significado diferente. En ese caso concreto, los cambios que se manifiestan en el patrón de sueño son definitivos, en consecuencia, suponen una evolución.

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