Reconocer la queja
Te contamos las diferentes características que podrá tener el llanto de tu bebé, basándonos en las diferentes causas.
Se caracteriza por gemidos graves y rítmicos, cada vez más insistentes.
Cómo actuar: ofrecerles alimento aunque haya comido hace un par de horas.
Lloriqueo bajo, entrecortado y acompañado de frotación de ojos.
Qué hacer: mecerlo en brazos hasta que se duerme.
Llanto muy agudo y fuerte. Si lleva sus rodillas al tórax quizás se trate de cólicos o gases. Si tiene fiebre o le duele un oído, llevalo al pediatra.
Sollozos fuertes que se convierten en llanto fuerte si no se soluciona.
Qué hacer: fijarse si tiene el pañal sucio, si está transpirado o tiene las manos frías.
Quejido de bajo volumen que se detiene y reanuda de forma regular. No suena desesperado y desaparece cuando entra en a habitación.
Qué hacer. Jugar y estimularlo. Al bebé le gusta observar tu rostro de cerca, le fascinan los contrastes y le atraen los objetos móviles.
Fuente | Revista Mi Bebé