Receta para niños: Magdalenas de San Valentín

Si hay algo representativo de San Valentín, además de los corazones, es Cupido. Este angelote dulce convertido en cupcake gracias a una sencilla receta, puede servirnos para dar los buenos días a nuestros peques el día 14 o para que los niños ayuden a papá o mamá a dar una sorpresa al otro. Un cupcake no es más que una magdalena rellena o adornada, de mayor tamaño que las tradicionales. Los americanos han descubierto que sirven como desayuno o postre para cualquier época del año, y lo cierto es que quedan muy vistosos.

Para hacer los cupcakes de Cupido necesitarás: magdalenas compradas o caseras, en varias ocasiones os hemos contado como hacerlas: magdalenas de fruta, de arándanos o de turrón, el relleno que más te guste. Además hace falta betún o icing rosa o melocotón, una nube larga, dos palitos salados, un puñado de cereales tipo «Rice Krispies», colorante alimentario azul y rojo, bombones con forma de corazón.

Pinta la parte superior de la magdalena con el betún rosa, una capa generosa que quede bien extendida. Dibuja los ojos y la boca de Cupido con el colorante alimentario. Distribuye un puñadito de Krispies por la parte superior como si fuera el pelo rizado del angelote. Para hacer las alas, corta la nube a la mitad y con unas tijeras vuelve a cortarla esta vez a lo largo. Haz las alas dando pequeños cortes en uno de los extremos. En el otro, presiona el palito salado para que quede pegado y clávalo en el cupcake. Es posible que no se sujete bien así, puedes probar pinchando el palo en la nube, aunque se vea un poco quedará bien igualmente. Para colocar el bombón según está en la imagen, utiliza el betún para crear unas manitas. Presiónalo con cuidado contra el cupcake y quedará sujeto.

Esto es sólo una opción que puede darte una idea para hacer tus propias creaciones. Deja que la imaginación de los niños vuele libre y seguro que os queda un desayuno de lo más amoroso.

Vía | Family Fun

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