Quistes en los pechos durante la lactancia (I)

Quistes en los pechos durante la lactancia (I)

Escrito por: Jaime Gomez    25 septiembre 2009    2 minutos

Lamentablemente son cada vez más frecuentes los episodios de cáncer de mama, pero por suerte, existe más información y mayor difusión de la misma, lo que ha contribuido a que las mujeres tomen conciencia sobre el tema y sobre la importancia de hacerse revisar; las técnicas de detección y diagnóstico de quistes en los pechos, se realizan también para las mujeres que se encuentran en periodo de lactancia.

Los abultamientos en el pecho son usualmente descubiertos porque se sienten al tacto de la mujer, de su pareja o del médico que la revisa, quien deducirá la naturaleza del quiste por su consistencia; los abultamientos benignos, por lo general son redondos, lisos y movibles dentro del tejido mamario, mientras que los cancerosos, pueden ser irregulares, cartilaginosos y probablemente estén fijos dentro del seno.

El siguiente paso es tomar una mamografía para reconocer con claridad el abultamiento; estar en el periodo de lactancia, puede dificultar la lectura de la mamografía y puede que este no sea un momento considerable como apropiado para realizar una detección. Sin embargo, un radiólogo con experiencia podrá leer fácilmente una mamografía diagnóstica aún si se trata de un pecho lactante, especialmente si se le ha realizado alguna previamente que ayude a comparar, lo que es poco probable en la mayoría de mujeres de edad reproductiva.

La técnica de ultrasonido, puede determinar la naturaleza de un abultamiento, pero es imprecisa en áreas que si pueden aparecer sospechosas en la mamografía, aunque no contengan un abultamiento palpable; en otros casos, la mamografía no resulta diagnósticamente concluyente y es necesario realizar otras pruebas, como la aspiración de aguja fina.
Durante la lactancia, pueden desarrollarse quistes de leche, llamados galactoceles, que no son dañinos, y pueden ser aspirados o simplemente obviados; mediante la técnica de aspiración, se distingue entre un quiste benigno, con líquido, y un abultamiento sólido, cuyas células pueden revisarse, obteniéndolas de la aguja, para ser evaluadas.

Vía l Liga de la Leche

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