¿Qué son las variantes de juegos para niños y para qué sirven?
Los juegos enseñan grandes lecciones a los niños porque muestran una forma estructurada de jugar en torno a una actividad concreta. Muchos de los juegos tradicionales y populares quedan perfectamente descritos a través del nombre, las reglas que tienen aplicación práctica, el número de participantes, los recursos necesarios… Sin embargo, la estructura de muchos juegos destaca por su flexibilidad y poder de adaptación al cambio. Así lo muestran aquellas modificaciones que permiten ajustar algún aspecto concreto del juego para adaptarlo a un nuevo contexto.
En ese caso, la esencia de la propuesta de ocio permanece en relación con la dinámica, las normas principales y los objetivos. Sin embargo, el cambio se presenta como un medio necesario para que esa propuesta sea viable de una forma diferente. Por ejemplo, en ocasiones es recomendable hacer alguna variación en el formato inicial para que pueda ajustarse a otro número de participantes.
Los juegos populares ejemplifican el significado de las variantes
Las diferentes variaciones de los juegos tradicionales son perfectamente reconocibles porque, más allá de los giros o particularidades de cada alternativa, existe un esquema previo sobre el que se desarrollan. Las variantes de los juegos quedan perfectamente ejemplificadas a través de aquellos juegos populares que han pasado de generación en generación y que ofrecen altas dosis de diversión en diferentes partes del mundo.
Es posible que un niño descubra durante un viaje que un juego que forma parte de su rutina habitual se desarrolla de manera diferente en otro lugar. Esa dinámica le resulta muy familiar, por ello, la reconoce con sencillez. Sin embargo, hay algún giro que imprime una novedad en la forma de jugar. De este modo, la diversidad en torno al juego infantil también se extiende a lo largo del mapa a través de matices que se enmarcan en diferentes zonas y localizaciones. Las variaciones de los juegos infantiles potencian el ingenio y la creatividad en torno a propuestas tan universales como el escondite, el juego de las sillas o la gallinita ciega.
Las variaciones priorizan lo más importante: el juego infantil
Los diferentes cambios y alternativas que surgen en torno a un juego infantil ponen de manifiesto que lo realmente importante es el juego en sí mismo como medio de entretenimiento, integración social, aprendizaje y bienestar. Las variantes también pueden contextualizarse en el ámbito de los juegos de mesa o en actividades que fomentan el ejercicio y la educación física.
Los juegos educativos se alinean con las necesidades de los niños puesto que potencian su bienestar, su aprendizaje y su desarrollo. Por ello, poseen la flexibilidad necesaria para cubrir esta necesidad tan importante. La ausencia de posibles modificaciones en un juego muestra un esquema más rígido. Las variantes, por el contrario, se llevan a cabo sobre una base que es más versátil.
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