¿Qué son los grupos de apoyo al duelo perinatal?

El duelo es un proceso que puede vivirse en cualquier periodo del calendario. Sin embargo, es en el mes de noviembre cuando el recuerdo de los seres queridos fallecidos tiene una gran visibilidad en el calendario. Del mismo modo, el periodo navideño puede incrementar el peso de la ausencia. La vivencia de la pérdida es especialmente compleja en el duelo perinatal.

Ya que, en ese caso, la despedida rompe de forma significativa la imagen del proyecto de vida que se había visualizado con tanto amor. El duelo perinatal es complejo, también, porque quienes experimentan este proceso, en ocasiones, sienten que tienen que silenciar su propio dolor ante los demás.

Grupos de apoyo emocional para padres y madres

Los grupos de apoyo al duelo perinatal son entornos terapéuticos en los que se reúnen personas que, tras haber vivido una situación que cambió sus vidas, comparten testimonios, emociones, reflexiones y sentimientos. Un acompañamiento que resulta de vital importancia para completar las diferentes etapas del duelo. La escucha de quienes han vivido la misma experiencia refuerza la empatía y la comprensión.

Por ello, los vínculos que se crean en los grupos de apoyo al duelo perinatal son muy significativos. Existe una conexión profunda entre quienes, a través de su presencia, ayudan a los demás. Y, al mismo tiempo, también reciben el apoyo de los compañeros.

La participación en un grupo de apoyo requiere de un compromiso para asistir con puntualidad a las sesiones. Y, por otra parte, los asistentes también mantienen la confidencialidad para potenciar el respeto a la intimidad de los allí presentes. Además, los grupos son reducidos y, por tanto, aportan el espacio ideal para que cada uno de los asistentes se sienta cómodo y disponga de tiempo para expresar aquello que quiere poner en común con los demás.

Los grupos de apoyo al duelo perinatal están coordinados por especialistas en psicología

Después de la pérdida de un hijo, la vida continúa. El ritmo de la realidad sigue su curso cotidiano. Sin embargo, ese acontecimiento ha generado una huella profunda en padres y madres que necesitan recomponerse después de lo ocurrido. Verbalizar las emociones y sentimientos es un proceso necesario. Y también resulta terapéutico poder escuchar el testimonio de quienes han experimentado un camino similar. La evolución positiva que se percibe en el otro es un símbolo de esperanza.

Padres y madres pueden contar con el apoyo de familiares, amigos, compañeros de trabajo y vecinos. Es decir, el propio entorno directo incrementa la resiliencia. Pero puede ocurrir que el afectado necesite contar con una ayuda más especializada (los grupos de apoyo al duelo están coordinados por profesionales expertos). Crear una rutina es una experiencia que resulta positiva para quien vive un tiempo de duelo. Y en el contexto de esa rutina también hay espacio para asistir a un grupo de apoyo que, como indica su propio nombre, ofrece consuelo, esperanza y fortaleza.

Cada persona necesita vivir y sentir la tristeza (y otras emociones que aparecen durante el duelo). Los grupos de apoyo aportan un cuidado emocional que es muy importante para alcanzar el bienestar.

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