Por qué a los niños les gusta dibujar

Por qué a los niños les gusta dibujar

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    15 agosto 2017    3 minutos

Una de las actividades que más disfrutan nuestros niños es dibujar. Sus creaciones parecen ser bastante parecidas entre ellas, pero seguramente no lo serán.

Una de las actividades que más disfrutan nuestros niños es dibujar. Sus creaciones parecen ser bastante parecidas entre ellas, pero seguramente no lo serán. En cada uno de sus dibujos se estarán comunicando de una manera muy especial. Si analizamos los dibujos seguramente podremos interpretar y analizar diferentes aspectos de la evolución y del desarrollo.

Si el niño es pequeño podrá sorprenderse realizando marcas en una hoja de papel o en cualquier otra superficie, para ello esto es muy importante y asombroso. Después de estas marcar se comenzará un largo recorrido en el que a veces sentirá placer, sorpresa, enojo o cierto grado de frustración. Los dibujos de los niños no simples resultados de sus habilidades manuales sino expresiones más profundas.

Estas expresiones se vinculan con el campo cognitivo, su aspecto psicomotor y el desarrollo en general. Al volverse una actividad más coordinada el niño comenzará a construir aprendizajes que comprometen diferentes áreas, muchas de ellas se podrán emplear en un futuro de la lecto escritura.

Estas expresiones se vinculan con el campo cognitivo, su aspecto psicomotor y el desarrollo en general.

El camino comenzará con un dibujo simple, mediante un garabato pero se convertirá en algo más complejo y organizado. Es necesario que tengamos presente que sus obras nos hablan de sus emociones, la relación que tienen con otras personas y con ellos miso. Es muy importante aprender a observar los dibujos, sin juzgar ni criticar.

Antes de los dos años podrán comenzar a experimentar con la actividad sin tener la intención de dibujar nada especia, estas primeras obras se conocen como ‘garabatos descontrolados’, se pueden ver como una descarga motriz, realizados con un grado de impulsividad. Al llegar a los tres años se realizarán movimientos más efectivos, ya podrán realizar líneas, trazos y diferentes combinaciones.

Entre los 4 y 5 años de edad los niños tendrán la posibilidad de crear trazos circulares y longitudinales evolucionando hacia formas más reconocibles. Generalmente ya podrán dibujar una figura humana mediante un círculo para la cabeza y diferentes líneas verticales para las piernas y brazos.

Uno de los grandes estudiosos del desarrollo infantil es Piaget, él consideró que los pequeños de 6 años consideraban que el proceso de pensar comenzaba en la boca. Los oídos, ojos y nariz hacen de la cabeza el centro de la actividad sensorial. Después se comienzan a agregar los brazos y las piernas para hacer su dibujo más funcional y móvil. Cuando están llegando a la edad preescolar el niño tendrá la capacidad de diferenciar un varón de una mujer con todos los detalles, accesorios y partes del cuerpo.

Los adultos deberemos respetar sus dibujos, no tendremos que corregirlos ni criticarlos, ellos los harán desde un lugar de espontaneidad, una manera de expresar su mundo interior. No deberemos exigirles para que realicen ‘obras’ perfectas. Tendremos que aprender a descifrar el significado de cada uno de sus trazos, analizando las formas y los colores como elementos que nos muestran la vida real del pequeño.

Vía | Edukame
Foto | Pixabay – Webmarketz

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