Qué hacer cuando tu hijo de 3 años pega a otros niños: consejos

En ocasiones, los conflictos entre niños también son habituales en la etapa de los 3 años. A veces, los niños pegan a otros peques en la escuela infantil o en el parque.

Conviene poner en su contexto este gesto. No existe una intención directa y consciente de herir al otro. El lenguaje corporal ofrece recursos para expresar emociones y sentimientos que los peques todavía no exteriorizan de forma asertiva a través de la palabra. Evidentemente, como progenitor puedes acompañarle a nivel emocional para corregirle.

Habla con los educadores de la escuela infantil o con los padres del otro niño

Si el niño acude a la escuela infantil, es fundamental hablar del caso con los educadores para fomentar la colaboración. ¿Pero qué ocurre cuando tu hijo está en contacto con otros niños en otros entornos? En ese caso, es recomendable que un adulto esté cerca, no solo como una medida de seguridad para evitar que se pierda, sino también para anticipar cualquier situación de riesgo.

Cuando un niño pega a otro niño, los progenitores del peque afectado pueden reaccionar de diferentes maneras. Tal vez te muestren su preocupación o te pidan explicaciones al respecto. Es importante pedir disculpas por la situación. De hecho, puedes anticiparte para tomar la iniciativa en el diálogo para conectar con su perspectiva.

Mensaje claro, directo y cercano: No se pega a otro niño

Cuando la acción se repite con relativa frecuencia, es importante mostrar firmeza y constancia en la comunicación de un mensaje unificado que permanece invariable en escenas diferentes pero similares. Encuentra tus propias palabras para transmitirle a tu hijo el mensaje clave: «No se pega a otros niños». Actualmente, puedes encontrar cuentos que abordan directamente este asunto, puesto que es una cuestión que adquiere una visibilidad especial durante el proceso de crecimiento. Es un tipo de conflicto que se produce en la etapa de 0 a 3 años, pero también puede irrumpir en la relación entre hermanos.

No dramatices la situación, no pongas un peso excesivo en el alcance de lo que ha ocurrido. No se trata de justificar el gesto o de quitarle importancia. Sin embargo, es muy probable que se trate de una etapa breve que el niño supera con la protección, el cariño y la empatía del entorno más cercano. Por ejemplo, mantén tu firmeza en el mensaje cuando le dices que no debe pegar a otro niño porque puede hacerle daño. Pero no eleves el tono de voz.

Es importante que tomes conciencia de un aspecto relevante en la comunicación con tu hijo. Existe una diferencia entre la acción que ha cometido y su propia esencia. Cómo se ha comportado no le define como persona de forma absoluta. Conviene evitar cualquier calificativo o etiqueta negativa para describir a un niño de 3 años que pega a otro compañero. Es decir, aborda la situación desde la disciplina positiva para transmitir a tu hijo que los actos producen consecuencias. Que la acción cometida no eclipse otros gestos y comportamientos valiosos en el peque. Es decir, aplica el refuerzo positivo.

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