Qué hacer cuando te juzgas negativamente como madre: 5 consejos
El impacto de las palabras que una persona se dedica a sí misma es muy elevado cuando el tono de los mensajes tiene un tinte negativo. En el ámbito de la maternidad, el diálogo interno adquiere el tono del juicio acusador, la culpa o la negatividad en momentos en los que la madre duda de su propia labor y no valora realmente sus cualidades positivas. “No sé si soy una buena madre” es un mensaje que admite numerosas variaciones. Y todas ellas producen un notable impacto que va calando en las creencias, en el estado de ánimo y en la autoestima. ¿Cómo salir del bucle de un discurso negativo para adoptar un enfoque más esperanzador y constructivo?
1. Habla con una de tus mejores amigas
Una conversación que profundiza en la introspección personal desde la empatía del interlocutor es especialmente terapéutica. Pero no se trata de exteriorizar las dudas, miedos y pensamientos negativos ante cualquier persona del entorno familiar o social. Habla con esa persona con la que te sientes en un entorno seguro incluso cuando te muestras vulnerable.
2. Descansa y conecta con momentos de disfrute
Con la maternidad se producen cambios en otras esferas de la existencia como la vida social. En ocasiones, un diálogo interno negativo, unido a otras señales de malestar, se manifiesta como un síntoma que pone en evidencia la necesidad de descanso emocional. Es decir, quizá necesites cambiar de aires durante un rato, quedar con tu grupo de amigas o programar un plan en soledad.
3. Intenta observar la situación con un poco más de distancia
Imagina que es una amiga cercana quien comparte contigo las dudas que tiene sobre su papel como madre. Tú percibes en ella sus cualidades, su dedicación y su capacidad de amor incondicional, sin embargo, sus palabras parecen ir alineadas en una perspectiva totalmente opuesta. ¿Qué mensaje constructivo te gustaría compartir con esa amiga? Pues bien, las palabras que de forma metafórica te gustaría compartir, también pueden orientarse hacia su interior.
4. Ayuda psicológica
Si en tu interior existe el peso recurrente de no sentirte una buena madre, con el sufrimiento que esa idea genera a largo plazo, pide ayuda. El asesoramiento psicológico en el ámbito de la maternidad es muy positivo. Aunque tengas amigas y personas de confianza con las que hablas de cómo te sientes, tal vez necesites un apoyo más especializado si el sufrimiento persiste.
5. Valora lo importante de la maternidad
Cuando la maternidad se analiza desde la exigencia absoluta, es fácil encontrar algún aspecto asociado con un posible error, un área de mejora o una carencia. Sin embargo, cuando valoras tu labor como madre desde una perspectiva que abraza lo esencial, el enfoque es más amable. ¿Y qué es lo esencial y prioritario en relación con la cuestión? El vínculo tan auténtico que has formado con tu hijo, tu capacidad de aprendizaje, tu evolución, tu nivel de dedicación, tu esencia única como madre…
¿Qué hacer cuando dudas de tu labor como madre? Conecta con tu capacidad para alimentar otras creencias potenciadoras, aquellas que impulsan tu desarrollo, tu tranquilidad, tu bienestar, tu fuerza y tu crecimiento.
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