Qué hacer cuando los vecinos se quejan por el llanto del bebé
Muchas familias viven en una comunidad de vecinos en la que hay unas normas que facilitan la convivencia. Existen diferentes tipos de ruidos que, en ocasiones, se convierten en una importante molestia como, por ejemplo, un electrodoméstico que se hace notar cuando está en funcionamiento (la lavadora o la batidora son dos opciones habituales).
Los ruidos también pueden estar provocados por conversaciones en un tono elevado, especialmente, durante la noche. El llanto de un bebé es otro factor humano que, a veces, se convierte en motivo de conflicto en una comunidad de vecinos. Generalmente, la queja no se produce desde una perspectiva general, sino que únicamente algunos vecinos muestran su falta de empatía hacia la situación.
El llanto del bebé tiene una naturaleza diferente a otro tipo de ruidos
Un vecino puede modificar algunos hábitos o evitar algunas acciones para no generar aquellas molestias que puede controlar. El llanto del bebé posee una naturaleza diferente. El niño expresa una necesidad concreta a través de este lenguaje. Además, los padres, como principales implicados en el bienestar de su hijo, desean calmar al bebé. Quieren que este se encuentre bien. Sin embargo, ellos no pueden impedir que el niño llore durante el día o la noche. Y las quejas y críticas de los vecinos generan una tensión añadida.
La convivencia en una comunidad de vecinos tiene sus ventajas y sus dificultades. Sin embargo, es posible gestionar las dificultades a través de una visión centrada en el bien común. La dimensión sobre el llanto del bebé deja de interpretarse como una molestia individual, cuando el vecino entiende que ese signo también puede ser una señal de malestar en el niño.
Comunicación, empatía y asertividad
Cuando los llantos de un bebé causan alguna molestia en los vecinos, la situación no es cómoda para nadie. Sin embargo, la comunicación, la empatía y la asertividad mejoran el entendimiento de una realidad que se repite en muchos bloques de pisos. Actualmente, es habitual que en las comunidades de vecinos haya un administrador de fincas que puede actuar como un mediador en una situación de conflicto.
Los ruidos y molestias que se producen en los inmuebles de un edificio también pueden poner de manifiesto otras carencias del espacio en sí mismo en relación con el aislamiento acústico.
¿Qué hacer cuando los vecinos se quejan por el llanto del bebé? Generalmente, hay que entender que se trata de un hecho puntual porque existen otras personas de la comunidad que muestran su empatía hacia las necesidades del bebé. Del mismo modo, también conviene mostrar comprensión hacia quien, por diferentes circunstancias, tiene dificultades para gestionar la situación y parece no entender que el comportamiento de un bebé es diferente al de un adulto. En cualquier caso, el contexto es temporal porque esa circunstancia quedará atrás en algún momento.
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