¿Qué es una caja de permanencia Montessori y para qué sirve?

El descubrimiento de la permanencia de objetos y personas, que se encuentran más allá del campo visual, es uno de los principales avances en el desarrollo del ser humano.

Es decir, es un logro que facilita la comprensión del mundo. Antes de que este hito se consolida, el bebé puede experimentar ansiedad ante la separación de sus figuras de referencia. Es un hecho cotidiano que puede producirse, incluso, en el propio domicilio.

Es decir, cuando el niño está en una estancia y los padres en otra. La formación de nuevas habilidades y la experiencia proporcionan una mayor información sobre el entorno. Sin embargo, también existen juegos y dinámicas que promueven la comprensión de la permanencia del objeto en los bebés. La pedagogía Montessori ofrece diferentes recursos educativos que alimentan la autonomía infantil. Pues bien, las cajas de permanencia adquieren una gran relevancia en dicho contexto.

Qué es la caja de permanencia Montessori

La caja de permanencia es un juego sensorial en el que intervienen diferentes sentidos. Uno de ellos, el visual. Como indica su nombre, posee una estructura en forma de caja que permite introducir un objeto en su interior. Dicho artículo desaparece del campo visual del menor durante unos instantes, al quedar integrado en un compartimento propio de la estructura.

Y reaparece nuevamente poco tiempo después en algún lugar de la caja. De este modo, el proceso simula aquello que ocurre en numerosas situaciones de la vida cotidiana cuando un aspecto se percibe directamente o cuando deja de estar en conexión directa con la mirada. Por tanto, las cajas de permanencia del objeto facilitan la experimentación por medio de la repetición. Es un juego que muestra la conexión existente entre la causa y el efecto.

Cuándo se utilizan las cajas de permanencia Montessori

Hay varios diseños y formatos, por ello, la elección de la caja de permanencia del objeto debe adaptarse a las necesidades del peque. El primer formato con el que empieza a interactuar el bebé es el más sencillo. Como dato orientativo, es un recurso con el que el niño puede empezar a jugar en torno a los 8 o 9 meses (aunque pueden existir variaciones ya que cada bebé posee un ritmo distinto). Y es un recurso que se utiliza hasta que el peque tiene alrededor de 3 años.

Beneficios de las cajas de permanencia Montessori

Es un juego que ofrece otros beneficios añadidos, además de mostrar el significado de aquello que permanece por sí mismo: también alimenta la concentración, la atención, la observación, el asombro y la curiosidad.

Del mismo modo, es un material manipulativo que potencia la relación con el movimiento, la posición y el espacio. Además, mejora la coordinación entre ojo y mano (ambos intervienen en el proceso).

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