¿Qué es la educabilidad de los niños?
Cuando un bebé nace posee cualidades innatas. La existencia se desarrolla en la forma de presente, desde el comienzo de la vida. Pero el estado actual está directamente vinculado con una potencialidad que es inherente al ser humano. La capacidad potencial de aprendizaje, descubrimiento, crecimiento interior y transformación se sintetiza en el concepto que analizamos en el post: educabilidad. A lo largo de su biografía, el niño adquiere nuevas habilidades, herramientas, recursos, destrezas, competencias y conocimientos.
Los límites de su entendimiento se expanden y, por tanto, adquiere una mejor comprensión de la realidad, de los otros y de sí mismo. Un niño adopta diferentes roles a lo largo de la rutina. Por ejemplo, durante la asistencia a la escuela infantil es educado y formado en un entorno que está perfectamente adaptado a sus necesidades y etapa de crecimiento.
La educabilidad vincula al educando con el educador
Pero la educabilidad no está determinada por la interacción con el entorno académico. Es una potencialidad que adquiere forma en la conexión con el contexto. El niño recibe estímulos e informativos sensitiva. La educabilidad es un término que está alineado con la naturaleza de la persona que posee capacidades que evolucionan con el paso del tiempo. Y, por otra parte, remite a la figura del educador que, como profesional, acompaña al niño en su descubrimiento: motiva, inspira, guía y educa. Todo ello se enmarca en un proceso en el que el propio niño se sitúa como protagonista. En el proceso intervienen diferentes factores que forman parte del contexto: las circunstancias también son importantes. Y hacen que cada itinerario sea totalmente único. Por ello, la atención personalizada eleva la calidad en un centro educativo.
Por medio del proceso de educación, el ser humano no solo adquiere conocimientos teóricos y prácticos, sino que aprende valores y comportamientos que están alineados con dichos principios. El contacto con la cultura nutre al ser humano desde el comienzo de la existencia. Es un alimento de la creatividad, la libertad, el conocimiento y el corazón. La experiencia académica influye positivamente en la educabilidad de los niños, pero es la propia familia la que tiene la responsabilidad de crear el contexto ideal para nutrir el bienestar del bebé. A su vez, la familia forma parte de la sociedad. Y una sociedad humanista protege a los individuos.
Una capacidad que propicia el desarrollo integral
En ocasiones, surge una visión reduccionista de la formación académica como una base para alcanzar el éxito en la vida profesional. Pero el verdadero aprendizaje, como bien expresa la educabilidad, es aquel que propicia el desarrollo de la persona como un ser libre, feliz y realizado.
El álbum fotográfico de tu hijo muestra visualmente su transformación durante los primeros años de vida. Del mismo modo, el enfoque de la educabilidad remite a una potencialidad que adquiere forma mediante el cumplimiento de objetivos de aprendizaje a corto, medio y largo plazo. La educabilidad pone el acento en la influencia del contexto. El entorno puede dejar una huella positiva en el niño o, por el contrario, limitar su verdadero desarrollo.
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