¿Qué es la ansiedad matemática en niños?

Hoy es el Día Internacional de las Matemáticas. Una materia que tiene aplicación directa en diferentes momentos de la rutina. Y, sin embargo, en ocasiones se percibe como excesivamente compleja. Tanto que puede llegar a desbordar a aquel que se predispone a resolver un ejercicio. La ansiedad matemática afecta a alumnos de todas las edades. De hecho, puede prolongarse durante un periodo significativo.

La ansiedad matemática hace dudar al niño de su propia capacidad para lograr un objetivo. De este modo, su autoestima y su autoconfianza quedan afectadas por creencias limitantes. Por ejemplo, muchos de los mensajes que se repite a sí mismo comienzan con la fórmula “no puedo”. Con frecuencia se materializa el efecto de la profecía autocumplida. Finalmente, se produce un resultado negativo. Y es que, el alumno experimenta un proceso que está condicionado por el miedo al fracaso, las dudas y la inseguridad.

Factores que influyen en la ansiedad matemática

Existen algunos temores que, incluso, pueden estar influenciados por factores del entorno. El lenguaje adoptado habitualmente para hablar sobre las ciencias o las letras parece situar a los seres humanos ante una dicotomía en donde solo es posible destacar en un ámbito en concreto.

La ansiedad matemática no solo afecta a la autoestima. Aumenta el nivel de desconocimiento cuando la situación no se identifica y, en consecuencia, el alumno no recibe el apoyo necesario. La ansiedad matemática puede dar lugar a la evitación de aquellas experiencias que están relacionadas con los números. Del mismo modo, el alumno experimenta preocupación y pensamiento negativo. Ingredientes que influyen directamente en la atención y la concentración.

Existe un importante miedo al error (aunque la equivocación forma parte del propio proceso de aprendizaje). Sin embargo, el temor a una respuesta incorrecta genera una tensión añadida en el alumno. No disfruta plenamente de las clases ni de la realización de ejercicios. Se identifica con sus propios aciertos y errores. La identificación constante con los resultados de las acciones afecta a la autoestima. Así ocurre, por ejemplo, cuando el estudiante vincula su propia valía con el éxito o el fracaso. Es un tipo de ansiedad que puede afectar a alumnos con perfiles muy diferentes. Incluso, llega a limitar el potencial de niños con talento para estudiar esta materia.

La ansiedad matemática también puede estar condicionada por experiencias personales que han dejado una huella negativa en el alumno. Pueden ser situaciones que afrontan todos los estudiantes en su aprendizaje, sin embargo, el plano de la vivencia siempre es íntimo y personal. No saber resolver un ejercicio en la pizarra es un hecho habitual que, sin embargo, puede vivirse desde perspectivas diferentes.

La ansiedad matemática en clase

Como hemos comentado antes, los padres también pueden transmitir a sus hijos sus propias creencias limitantes en torno al aprendizaje de las matemáticas. Pero la figura del profesor también es clave para solucionar este tipo de circunstancia. Un buen docente es aquel que no solo transmite su pasión por una disciplina vocacional para él. Es un mentor que también alimenta la autoconfianza, la seguridad en el alumno y el deseo de volver a intentarlo después de un error.

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