Qué es el ocio alternativo para niños y qué beneficios ofrece
La educación tiene un valor humanista cuando se alinea con la realización del ser humano en todas las etapas de la vida. El aprendizaje, el descubrimiento y la formación también pueden integrarse en el tiempo libre. De hecho, existen diferentes actividades de entretenimiento que unen la diversión con la práctica de nuevas habilidades. El ocio alternativo presenta una amplia oferta de temas que transmiten valores, potencian el desarrollo de la creatividad y las relaciones sociales.
Los programas de ocio alternativo, impulsados por diferentes entidades, fomentan la dinamización de la vida cultural en el entorno. Ponen a disposición de niños y adolescentes nuevas oportunidades de entretenimiento. Proponen talleres e iniciativas que se enmarcan en una programación perfectamente desarrollada.
El ocio alternativo educa en valores a los niños
Las familias pueden consultar el título del proyecto, las actividades previstas en la agenda, los días en los que se va a desarrollar la propuesta, el lugar y el horario. De este modo, durante ese tiempo, los residentes de la zona disponen de un catálogo más amplio de alternativas de entretenimiento.
Por ejemplo, los programas de ocio alternativo pueden alienarse con la prevención del sedentarismo por medio de propuestas que ponen en valor los beneficios del deporte. En otros casos, proponen dinámicas creativas que muestran una forma de ocio que va más allá de la tecnología. El ocio alternativo es recreativo. Lo más importante es que los asistentes jueguen, se diviertan y disfruten de un buen rato en compañía de otros niños.
Actividades de ocio alternativo coordinadas por profesionales especializados
Además, cuando la iniciativa está programada por una entidad educativa o cultural, el espacio también está supervisado por profesionales responsables y competentes. El ocio alternativo es recreativo, pero también puede estar coordinado por monitores especializados.
Generalmente, los programas de ocio alternativo se desarrollan en fines de semana o vacaciones. Es decir, en aquellos periodos del año en los que los niños disfrutan de más tiempo libre. Y disponen de la oportunidad de asistir a un entorno creativo que se aleja de la inercia de la rutina. Las actividades presentadas, y el entorno utilizado para llevarlas a cabo, también se adaptan al contexto temporal. Por ejemplo, es habitual elegir un lugar cubierto para proponer dinámicas de ocio alternativo durante los días más fríos del invierno. Por el contrario, un espacio abierto se adapta a muchos de los planes iniciados en primavera o verano.
Es posible que los asistentes conozcan nuevas ideas de entretenimiento que pueden trasladar a su vida familiar. El ocio alternativo enriquece el campo de opciones más allá de las alternativas habituales y clásicas. De este modo, también educa la capacidad de elegir en la adolescencia aquellas actividades que fomentan un ocio saludable.
Es un tipo de entretenimiento que posiciona al niño en un rol activo y participativo. Es decir, las actividades realizadas requieren de la colaboración, implicación, creatividad y disposición de los asistentes. El ocio alternativo no se limita a ocupar el tiempo libre de los niños, sino que añade calidad, conocimiento, emoción, valores, resiliencia y sentido de pertenencia.
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