Qué es el mom shaming y qué efectos produce en las madres
El perfeccionismo durante la maternidad puede convertirse en un foco de sufrimiento. Sin embargo, el perfeccionismo encuentra diferentes formas de manifestarse. En ocasiones, se refleja en aquellos comentarios, críticas, opiniones y juicios de valor que alguien realiza de forma externa en torno a la decisión de una madre.
No estamos hablando de un hecho puntual, sino de un fenómeno social que se ha visto intensificado con la irrupción de las redes sociales: el mom shaming.
Comentarios hirientes que juzgan las decisiones de las madres
Existe un ejemplo frecuente en la maternidad que también tiene su eco en el entorno digital. Algunas mujeres se han sentido juzgadas de forma negativa por dar el biberón a sus hijos, en lugar de optar por la lactancia materna. Las críticas recibidas tienen un tono hiriente y parten de la desinformación ya que el otro desconoce la realidad concreta de esa persona y sus circunstancias.
Algunas críticas también ponen el foco en los posibles planes de ocio que una mujer disfruta en pareja o en soledad, poco después de haber sido madre. Las opiniones no solicitadas, pero igualmente planteadas, también pueden dirigirse a valorar cuestiones profesionales. Una rápida incorporación a la vida laboral después de ser madre puede llegar a despertar críticas, así como la opción contraria: renunciar al desarrollo profesional durante un periodo prolongado.
Los juicios realizados en torno a la maternidad parecen clasificar las decisiones ajenas en torno a aquello que se considera bueno y correcto o, por el contrario, negativo. El tono empleado en el mensaje no muestra ningún tipo de empatía o de inteligencia emocional. Y, en consecuencia, también puede herir los sentimientos de quien se siente juzgada sin ningún motivo. El mom shaming es un fenómeno que da lugar a conclusiones precipitadas en torno a un hecho a partir del que el sujeto realiza una valoración concreta de la otra persona. Los comentarios tienen un tono hiriente y destructivo. Y, en consecuencia, transmiten culpabilidad y reproche.
Un fenómeno que se desarrolla de forma online, pero también presencial
Es un fenómeno que tiene un mayor nivel de alcance en el entorno digital, aunque también puede producirse en el plano presencial. La educación y crianza del bebé parece convertirse en objeto de debate, como si solo existiese una única decisión correcta, como si la persona tuviese la obligación de guiarse por convencionalismos sociales o de agradar a todo el mundo (cuando es totalmente imposible). Muchos de esos comentarios no proceden de expertos en el campo en el que se centra el análisis, pero los autores parecen saberlo absolutamente todo. Se produce una intromisión en la intimidad y en la libertad ajena.
Los comentarios recibidos no siempre producen el mismo efecto, puesto que cada persona también puede encontrar sus propias medidas para protegerse y cuidar su bienestar emocional. Pero, en ocasiones, se convierten en una fuente de inseguridad, dudas, comparaciones y desconfianza. También pueden producir estrés y cansancio emocional. Quienes experimentan este tipo de circunstancia de forma frecuente se sienten como si tuviesen que justificarse por decisiones que son positivas o como si tuviesen que pedir perdón por posibles errores que forman parte del propio aprendizaje de la vida.
Comentarios cerrados