¿Qué es el lenguaje musical para niños y niñas?

Existen diferentes tipos de lenguaje que, en consecuencia, aportan distintas formas de lectura en la infancia. El lenguaje musical adquiere una relevancia especial en el ámbito educativo y en el tiempo de ocio.

Muchos alumnos asisten a talleres y actividades extraescolares que giran en torno al solfeo o el descubrimiento de un instrumento como el piano.

Qué es el lenguaje musical para niños y por qué es tan importante

El lenguaje musical muestra un universo lleno de matices. Y el niño puede profundizar en esta realidad artística y creativa de manera gradual. De este modo, descubre la belleza de la armonía, los acordes, los ritmos, las notas, la intensidad del sonido, el volumen, el compás, el cambio de ritmo…

Existen diferentes recursos y metodologías que proporcionan una aproximación al lenguaje musical desde un enfoque sencillo y divertido. Las canciones infantiles son un ejemplo de ello. Temas que, además, pueden estar acompañados por la expresión corporal. Así ocurre en aquellas melodías que se complementan con una coreografía sencilla. En ese caso, el niño no solo entona la canción, sino que la representa por medio de gestos.

Como hemos indicado, existen diferentes tipos de lenguaje que aportan experiencias de lectura distintas. El aprendizaje de la palabra y el texto escrito alimentan la comprensión de cuentos, relatos, poemas y narraciones. Pues bien, el lenguaje musical también fomenta la aproximación al mundo cultural como muestra el valor atemporal de las canciones populares que unen a distintas generaciones.

El lenguaje musical para niños está muy presente en la realidad

Sin embargo, los juegos y dinámicas que componen el lenguaje musical permiten descubrir su belleza desde una perspectiva integral. El ritmo no solo está en las canciones o en un instrumento. Las palabras también adquieren su propia musicalidad cuando se integran en un poema infantil. Existen recursos literarios que también producen este efecto en un texto escrito.

La aliteración es un buen ejemplo de ello. Es una figura que pone el acento en la repetición intencionada de un sonido concreto. Los sonidos de la naturaleza también poseen su propia música. El eco es otro fenómeno que despierta la curiosidad de los niños.

Los niños se aproximan a la esencia del lenguaje musical en su interacción con el entorno desde los primeros años de vida. Es un lenguaje que está muy presente en la realidad cotidiana. Así lo muestra, por ejemplo, el gesto de una palmada.

El lenguaje musical potencia el descubrimiento de la realidad en su expresión auditiva. Promueve el desarrollo integral del niño a través de experiencias que alimentan la autoestima, el bienestar y la expresión corporal. El lenguaje musical pone el acento en la belleza de los sonidos y también muestra el significado de los silencios (dos perspectivas que se complementan constantemente).

Representación visual del lenguaje musical

Aunque el lenguaje musical pone el acento en el descubrimiento de la belleza desde su perspectiva auditiva, también puede representarse de forma visual como muestran las notas de un pentagrama que se integra en la partitura de una composición.

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