¿Qué es el juego desocupado en los niños?
Existen distintos tipos de juegos. A lo largo del proceso de crecimiento, el niño descubre dinámicas más elaboradas. Sin embargo, la esencia del juego está presente, incluso, en instantes en los que aparentemente no se está produciendo un pasatiempo concreto. El juego desocupado es un ejemplo de ello. Se manifiesta en niños que se encuentran en el primer año de vida.
En cierto modo, constituye un periodo de preparación para el futuro. En esta fase, el juego no tiene una estructura perfectamente clara y definida de principio, desarrollo y cierre. No existe una organización que dé forma a una propuesta alineada con distintas recomendaciones.
El niño está ocupado en sí mismo
Simplemente, la esencia del juego se encuentra en los movimientos que el bebé realiza y que forman parte de su interacción con el entorno. Se encuentra en un tiempo de descubrimiento que está marcado por la novedad de todo aquello que se sitúa a su alrededor.
En ocasiones, desde la perspectiva del adulto, es posible no contemplar el verdadero significado de aquellos movimientos que el niño realiza. Aunque pueda parecer que se producen de forma aleatoria, tienen un sentido que está directamente vinculado con el entretenimiento. Por ejemplo, ese instante en el que el bebé mueve sus manos. El propio nombre del tipo de juego al que hacemos referencia en el artículo sintetiza su esencia. Un juguete adecuado para la edad del niño, por ejemplo, aporta una ocupación positiva.
Ese elemento enriquece el tiempo de ocio infantil. Sin embargo, un bebé también puede estar ocupado incluso cuando no existe un producto específico que llama su atención. Y el juego desocupado sintetiza la clave de aquellos movimientos que realiza de forma libre. Es decir, los describe con acierto. El juego desocupado es distinto al solitario, ya que este último empieza a desarrollarse en torno a los 2 o 3 años.
El juego desocupado es diferente al solitario
Los movimientos que el niño realiza de forma aleatoria no tienen una finalidad concreta. No están motivados por un objetivo específico, como ocurre en otro tipo de dinámicas. A pesar de que el juego desocupado y el solitario son diferentes, tienen algunos aspectos en común. De hecho, el primero es una forma de preparación para el segundo, ya que se produce con anterioridad a este.
¿Pero en qué se parecen ambos conceptos? Por ejemplo, proporcionan experiencias que no propician la interacción con los demás de forma directa. Y, en consecuencia, se diferencian de aquellos pasatiempos que surgen en contacto con los otros.
Por tanto, existen distintos tipos de juegos que los niños experimentan durante la infancia. Y el analizado en el post presenta una de las primeras formas de diversión. El niño permanece en el mismo sitio, sin embargo, existe un universo a su alrededor del que forma parte como protagonista.
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