Qué es el coaching para padres y qué beneficios ofrece
La experiencia de la paternidad y la maternidad siempre adquiere el punto de vista de lo particular de cada historia. No existen reglas universalmente generales que respondan las dudas aplicables a todos los casos. Sin embargo, existen muchos momentos en los que padres y madres desearían contar con recursos de apoyo para tomar decisiones con mayor seguridad y autoconfianza. La labor de educar es una de las más apasionantes de la vida, pero al mismo tiempo, esta responsabilidad también es exigente. Son muchas las preguntas que padres y madres se hacen a sí mismos en torno a su propia labor como educadores a lo largo de las distintas etapas de la vida de su hijo. Cada periodo está condicionado por un contexto específico.
El proceso de coaching toma la pregunta como herramienta de autoconocimiento para que cada persona encuentre las respuestas en su interior. Este proceso de coaching orientado a padres también está acompañado del propio autodescubrimiento ya que cuando una persona forma una familia, también practica la introspección sobre sí misma desde este nuevo rol. En torno a este proceso de coaching puedes encontrar un espacio de aprendizaje, desarrollo y evolución que te dé una nueva perspectiva y otra mirada. ¿Cuáles son los beneficios del coaching para padres?
¿Cómo puedes elegir un coach? Existen profesionales que ofrecen servicios de forma presencial y online. A través de la página web de distintas escuelas de coaching puedes consultar información sobre sus servicios y el proyecto. Al elegir un centro escolar para tu hijo también puedes fijarte especialmente en qué recursos educativos ofrecen para padres. Ya que, por ejemplo, puede ocurrir que el centro disponga de una sección de escuela para padres por medio de la propuesta de talleres y conferencias sobre educación. Existen distintas herramientas de apoyo en educación e inteligencia emocional, el coaching es una de ellas.
Desarrollo de nuevas habilidades y recursos
Puedes gestionar mejor algunas de las situaciones del día a día, especialmente, aquellas que identificas como un punto débil porque te ponen especialmente a prueba. Gracias a una mejor preparación que parte de la planificación de una estrategia desarrollada para lograr ese propósito, puedes desarrollar nuevas respuestas. Si quieres generar cambios significativos, es recomendable que también crees nuevas circunstancias. Es decir, puedes romper con la dinámica de la causa y consecuencia que observas hasta ahora en algunos momentos de la vida familiar si sientes que esta realidad demanda un cambio.
El coaching aporta dirección a la toma de decisiones gracias a la concreción de una meta posible, realista y objetiva. ¿Y qué te separa de esa meta como padre o madre? Un plan de acción. Un plan que resulta totalmente único y personal.
La experiencia de la paternidad es, al igual que la experiencia de la propia vida, práctica en esencia. El coaching puede ayudarte a pasar de la teoría a la acción. Algo importante cuando dedicas tanto tiempo a leer información sobre educación.
Pensamiento positivo en la educación
No todos los días son iguales en la vida familiar. A veces, te sientes desbordado por algunos acontecimientos. Sin embargo, el coaching es una herramienta de empoderamiento que te ayuda a posicionarte como protagonista, es decir, refuerza tu rol de autoridad.
Frente al desbordamiento emocional que produce la preocupación de la anticipación de problemas que todavía no se han producido (y tal vez nunca se den en la realidad), el coaching aporta una dirección a tu concentración, tu pensamiento, tu intención y tu acción. Es decir, aprendes a ocuparte de aquellas cuestiones que tú puedes gestionar y dejas de enfocarte tanto en aquello que está fuera de tu alcance.
El coaching incrementa el pensamiento positivo en padres y madres. ¿Por qué motivo? Al compás de este proceso no solo puedes observar tu realidad actual, sino también, integrar la visión de tu mejor versión como progenitor.
Identificación de creencias limitantes
En relación con el punto anterior, la capacidad de influencia en la toma de decisiones adquiere un significado previo en el contexto del aquí y el ahora. El compromiso con un proceso de coaching conduce a la presencia consciente. Y tú eres más feliz en tu vida familiar cuando pasas más tiempo en el ahora que en el pasado o en el futuro.
A través de este proceso de aprendizaje, tu pensamiento positivo en torno al presente también aumenta porque creces a nivel interno, te conoces mejor a ti mismo, encuentras un espacio para pensar y reflexionar.
El coaching es solo una herramienta, es un medio de apoyo. No cambia toda la realidad por sí misma. Sin embargo, tú sí puedes cambiar tu realidad a partir de tu actitud, tu posicionamiento ante los acontecimientos externos, tu interpretación de los hechos y tus creencias.
Tal vez, ya ha llegado el momento de identificar aquellas creencias sobre ti mismo que te condicionan de manera negativa y te hacen sufrir. Por el contrario, puedes identificar cuáles son tus fortalezas para cultivarlas todavía más.
El coaching para madres y madres ofrece resultados muy positivos cuando quien ha iniciado el proceso se compromete realmente con las sesiones, llega con puntualidad a las mismas y realiza su trabajo personal. Es decir, es muy importante que tengas claro aquello que no es el coaching. El coach no es directivo durante el proceso, no te dice aquello que tú tienes que hacer en cada caso por medio de consejos específicos. Tú tienes que realizar tu propio trabajo porque la realidad de tu historia es única a partir de las variables del contexto familiar, el modo de ser único de tu hijo, sus necesidades, tu modo de ser, tus expectativas y un amplio número de matices.
A través de este autodescubrimiento personal puedes incrementar tu nivel de motivación frente a las dificultades presentes en la vida familiar, tienes la ocasión de convertir las dificultades en oportunidades y puedes salir fuera de tu zona de confort. A su vez, cuanto mejor te sientes contigo, cuanto más satisfecho te sientes con tu labor, más feliz eres. Y esta felicidad influye en la alegría de tu hijo.
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