¿Qué es el autoaprendizaje en los niños?

El conocimiento no se enriquece, únicamente, con un método específico. Hay distintas formas de descubrimiento. Sin embargo, existe una perspectiva que adquiere una relevancia esencial en cualquier etapa vital: el autoaprendizaje. Es decir, aquel que está alineado con el punto de vista personal. Es una formación que conecta directamente con la vivencia individual que es única e irrepetible.

Y, precisamente por ello, deja una huella que perdura. Actualmente, el autoaprendizaje también está muy presente en algunas pedagogías alternativas como, por ejemplo, el método Montessori. En este contexto, surge un proceso de aprendizaje autónomo.

Un aprendizaje práctico y basado en la experiencia

Por medio de la interacción con el entorno y la realización de diferentes actividades, el niño desarrolla habilidades, conocimientos y competencias. Pero el adulto también tiene una influencia positiva cuando crea condiciones favorables para el autoaprendizaje infantil. Un entorno seguro y preparado es un ejemplo de ello. El acompañamiento también pone el acento en el aspecto emocional que está en la base de cualquier proceso de aprendizaje.

La alegría, la ilusión, la frustración y la motivación son ingredientes que pueden manifestarse durante un proceso de descubrimiento. El autoaprendizaje es clave para alienar las experiencias con los gustos y preferencias personales. De este modo, aumenta el nivel de interés, motivación, concentración, implicación y felicidad.

El autoaprendizaje también es clave para alimentar el comportamiento proactivo en niños. Y, de este modo, se crea una base que puede seguir cultivándose en otras etapas de la vida. El desarrollo de la curiosidad no tiene edad. Sin embargo, el autoaprendizaje no está alienado con una actitud reactiva sino con la iniciativa de aquel que actúa como protagonista. El conocimiento es una fuente de libertad mientras que la ignorancia produce el efecto contrario. Pues bien, el autoaprendizaje influye de forma positiva en el sentimiento de libertad que experimenta quien aprende mientas se divierte.

Las habilidades y herramientas adquiridas durante el aprendizaje autónomo tienen una aplicación práctica en situaciones concretas de la rutina. El niño logra nuevos objetivos, pero avanza a su propio ritmo. Experimenta un proceso personalizado que es único en sí mismo.

Beneficios del autoaprendizaje infantil

Complementa otras formas de descubrimiento. Los logros alcanzados fortalecen la autoestima personal. Pero existen otros muchos ingredientes que nutren el amor propio y la autoconfianza: la constancia, la superación de los obstáculos y el desarrollo personal.

Por otra parte, el niño inicia un camino de autoconocimiento que se prolonga durante toda la vida. Y, a través del mismo, descubre aspectos positivos. Por ejemplo, qué intereses llaman más su atención, qué actividades le gustan y cuáles son aquellas prioridades a las que quiere dedicar más tiempo. El cumplimiento de metas significativas a corto plazo, por otra parte, facilita el logro de retos más importantes a largo plazo. El niño desarrolla su autonomía y, además, siente un mayor nivel de motivación ante el aprendizaje. Por ello, padres y profesores pueden potenciarlo de forma consciente.

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