Qué es el arcoíris Waldorf para niños: principales características
Con frecuencia, los juguetes más sencillos llaman la atención de los niños de un modo más permanente que otros recursos que tienen un mayor nivel de complejidad. Y en la lista de los artículos más demandados en la actualidad se encuentra el arcoíris Waldorf.
Un recurso que también está presente en hogares que aplican la pedagogía Montessori. ¿Qué tiene de especial este diseño? Es un recurso que se inspira en un elemento del paisaje natural.
Principales características del arcoíris Waldorf para niños
En primer lugar, es un juguete que combina una amplia selección de colores en arcos diferenciados que forman una unidad. Sin embargo, el conjunto de piezas también potencia el juego libre por medio de la creación de diferentes composiciones.
No solo es un artículo de ocio que enriquece el juego simbólico, también es un elemento muy decorativo y estético. De hecho, está realizado en madera. Por tanto, resulta cálido y acogedor. Además, su variedad cromática estimula el sentido de la vista.
Por tanto, el arcoíris Waldorf promueve la interacción, el descubrimiento y la experimentación por medio del contacto con diferentes sensaciones. Es un juguete que no solo potencia la creatividad a través de los colores, sino también de las formas. Es un juguete que puede acompañar al niño durante un largo periodo de su infancia. De hecho, algunos bebés empiezan a sentir interés por este recurso cuando tienen 1 o 2 años.
Es uno de los datos que debes consultar en la elección de un modelo específico: cuál es la edad recomendada con la que conecta el producto.
Beneficios del arcoíris Waldorf para niños
En apariencia, es un recurso muy sencillo. Sin embargo, es altamente creativo porque ofrece numerosas posibilidades. Su forma inicial se transforma en múltiples alternativas. Por ejemplo, las piezas pueden utilizarse para hacer construcciones o recrear situaciones de la vida cotidiana en el marco del juego simbólico (porque es ideal para desarrollar numerosas representaciones). Las piezas no solo se distinguen por su color, sino también por su tamaño.
Es un juego que potencia el aprendizaje de los colores y las formas. Pero también permite experimentar con el sentido del movimiento y el equilibrio. Además, evoluciona con el propio niño, puesto que el juego se adapta a las distintas fases de su crecimiento. En la etapa inicial, es un material manipulativo que alimenta la exploración y el desarrollo de la autonomía.
Actualmente, las pedagogías alternativas despiertan el interés de numerosas familias que eligen un centro educativo que aplica una metodología diferente al enfoque convencional de la enseñanza tradicional en el aula. Sin embargo, Waldorf y Montessori, además de otras alternativas, también se integran en el tiempo de ocio por medio de juegos sencillos, bonitos y creativos.
El aspecto visual también incide positivamente en el éxito que dicho artículo ha experimentado en los últimos años. El arcoiris Waldorf para niños es el recurso perfecto para complementar bonitas fotografías de la decoración de los espacios infantiles. En ese caso, cuando el diseño se analiza por su función ornamental, crea un punto focal en el área de juegos.
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