¿Qué es la discriminación visual?

El niño percibe una gran cantidad de información por medio del sentido de la vista. Un sentido que permite observar las proporciones, las formas, las figuras, los colores y las propiedades que lo definen. El entorno está integrado por una amplia variedad de elementos que potencian la estimulación visual en el día a día. Cada objeto posee su propia individualidad y, por ello, se diferencia de todo aquello que se encuentra en el contexto próximo.

¿Qué es la discriminación visual y por qué es importante en el descubrimiento de la realidad? Porque permite diferenciar los detalles. Una percepción que resulta esencial, también, en el aprendizaje de la lectura o la escritura.

Reconocimiento de objetos

Por medio de esta experiencia, el niño aprende los colores y, además, puede identificarlos. El proceso de discernimiento puede llevarse a cabo por medio de juegos especializados. Son dinámicas que ponen en valor la atención y la concentración. Entre dos objetos existen semejanzas y diferencias. Por ello, el proceso de discriminación pone el acento en el reconocimiento de aquellos elementos que son similares y en la percepción de los matices que no coinciden.

A través de este proceso, el niño adquiere una mayor comprensión del mundo, puesto que existen múltiples elementos que intervienen en la observación: la posición, el fondo o la perspectiva. De este modo, existe una correcta interpretación de la información recibida. Un óptimo reconocimiento refuerza la memoria visual que está tan vinculada con el aprendizaje. El bebé adquiere información a través de otros sentidos. Pero el canal visual adquiere una especial relevancia, además, en el plano de la comunicación. Los gestos y expresiones faciales transmiten estados de ánimo.

Consecuencias de las dificultades de procesamiento visual

¿Qué ocurre cuando se presenta algún tipo de dificultad en relación con dicha habilidad? En ese caso, el niño puede confundir figuras y formas. Es decir, es posible experimentar algún tipo de obstáculo en el procesamiento. Conviene puntualizar que la capacidad de discriminación no solo se lleva a cabo con objetos que se perciben completamente en todos sus detalles.

El puzle es uno de los juegos que resulta ideal para entrenar dicha habilidad. Ya que, en ese caso, el niño puede percibir una información aunque no estén todos los elementos perfectamente unidos en su composición final. Los primeros puzles tienen pocas piezas y poseen un tamaño llamativo. En algún momento, el niño será capaz de reconocer un objeto aunque no lo perciba en su totalidad. Es algo que el ser humano experimenta en el día a día. Por ejemplo, reconoces un coche que está aparcado en el principio de la calle aunque solo hayas visto su parte trasera.

La dificultad en la discriminación visual también puede afectar a la propia formación de las palabras que es clave en la comunicación. Por tanto, existen distintos tipos de habilidades visoperceptivas. Y la discriminación visual es una de ellas. Por ello, conviene empezar a alimentarla desde los primeros años de vida. Un ejercicio que puede llevarse a cabo en la escuela infantil y, también, en el propio hogar.

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