Qué es la depresión anaclítica en niños
René Spitz fue un profesional que profundizó en torno al concepto de hospitalismo. Este término hace referencia a los efectos que se producen en el menor cuando, tras un periodo de vinculación con la madre, es distanciado de ella durante un tiempo por un fin específico como, por ejemplo, su internamiento en una institución.
Este profesional concluyó que, aunque el niño cuente con una red de cuidados que atienden sus necesidades más esenciales desde el punto de vista de la alimentación y la higiene, la ausencia del contacto materno produce un efecto negativo en el desarrollo infantil.
Cómo se desarrolla la depresión anaclítica en niños
El síndrome del hospitalismo también recibe el nombre de depresión anaclítica. Existen creencias limitantes que, en ocasiones, idealizan la infancia como un periodo vital marcado por la alegría constante. Sin embargo, como pone de manifiesto el experto al que hacemos alusión en el artículo, en la primera etapa de la existencia también pueden experimentarse episodios de tristeza profunda.
Las investigaciones y descubrimientos llevados a cabo por el experto fueron muy importantes desde el punto de vista histórico para potenciar la humanización de los hospitales infantiles. Porque las necesidades de un ser humano no solo se enmarcan en el ámbito de la alimentación, la higiene o el descanso, sino que el desarrollo integral contempla otros múltiples aspectos. El amor y el apego también son ingredientes esenciales para el menor.
Síntomas de la depresión anaclítica
El desarrollo de la depresión anaclítica se contextualiza en una situación en la que existe un distanciamiento temporal significativo que marca un punto de inflexión relevante en el vínculo con la madre. Esta depresión se manifiesta durante el primer año de vida del niño, un periodo que no solo es relevante dentro de su propia historia biográfica, sino también en el marco del vínculo afectivo creado entre la mamá y su hijo.
¿Qué síntomas puede manifestar un niño que presenta dicho diagnóstico? Su lenguaje corporal expresa una información muy importante. La ausencia de la sonrisa transmite la tristeza profunda. La comunicación a través de los gestos, tan característica en el rostro de los bebés, se reduce. El llanto es un síntoma habitual. No muestra curiosidad hacia el entorno y, en consecuencia, interactúa poco con aquello que está alrededor. Por otra parte, el afectado también puede mostrar cambios en relación con su peso. Quizá experimente dificultades de sueño. La recuperación de la rutina habitual y la cercanía con la madre, por el contrario, producen una mejoría significativa en el menor cuando el periodo de distanciamiento no ha sido muy prolongado.
El contexto de las conclusiones realizadas por R. Spitz se enmarca en las observaciones del experto que en el año 1945 acuñó este término. Un concepto que hace referencia a la evolución experimentada por niños ingresados en orfanatos o en instituciones médicas. A pesar de los cuidados recibidos, la falta de contacto directo con la madre marca un punto de inflexión en la evolución del bebé cuando esta situación se prolonga durante un tiempo significativo.
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